Un concurso para mejorar la fiesta

El pliego de condiciones para el concurso de Las Ventas, recientemente aprobado por la Diputación de Madrid, es de tal naturaleza que, por primera vez en toda la historia de la plaza, se establecen unas bases para la promoción del espectáculo taurino. La fiesta ha estado siempre en Madrid a expensas de los aciertos y de los exclusivos intereses de las empresas que han explotado el coso, y a partir de ahora no dejará de ser así del todo, pero el pliego incluye unas cláusulas correctoras, sanciones e incentivos para que los aspectos organizativos del espectáculo hayan de desarrollarse con corrección y para que se produzca una mejora cuantitativa y cualitativa de cada temporada.Naturalmente que puede haber -y de hecho hay- algunos aspectos mejorables en el pliego. Por ejemplo, opinamos que las novilladas de promoción previstas no debieran ser forzosamente sin caballos, modalidad que es deslucida en tan espacioso edificio como Las Ventas; que el pago contante y sonante del canon a cuenta, a principio de temporada, más la fianza, suponen un desembolso excesivo (los cien millones de pesetas, prácticamente) para los empresarios medios (no digamos los modestos) que aspiren a la plaza; que los topes mínimos de apertura y ,cierre de temporada debieron ampliarse a primeros de marzo y últimos de octubre, respectivamente; que la reserva de fechas por parte de la Diputación para montar sus corridas puede situarle en plano de competencia con la propia empresa, ya que tiene opción a organizar hasta cinco festejos cada año.

Pero los aspectes positivos seguramente compensan con creces aquellas presuntas deficiencias. Ya el simple hecho de que el canon no sea mejorable y que la competencia entre los licitadores se cifre en la oferta de cantidad y calidad de festejos es un gran avance, que beneficiará a todos los estamentos taurinos y, por supuesto, a los espectadores.

Estos son los puntos más interesantes del pliego, en lo que se refiere a la estructura de cada temporada:

La temporada

Empieza la temporada no más tarde del segunco domingo de marzo y termina no antes del domingo siguiente al 12 de octubre, lo que para este año significa que habrá toros en Madrid todos los domingos y festivos (pues así lo manda el pliego) desde el 8 de marzo al 18 de octubre, ambos inclusive. En todo caso, estos festejos han de ser corridas de toros con diestros de a pie o novilladas.

Ferias. Hay dos ferias: la de San Isidro y la de septiembre. Aquélla, a celebrar entre el 10 y el 31 de mayo, tiene un mínimo de diez corridas de toros con matadores de a pie y tres novilladas. En la mitad, por lo menos, de las corridas de feria habrán de actuar cada tarde dos toreros de los grupos especial o primero. La empresa someterá los carteles a consideración de la Diputación, que podrá ordenar su modificación si no se adecúan a la categoría de la feria o a las condiciones organizativas de la oferta que en el concurso presentó el empresario.

La feria de septiembre consta de una novillada con picadores, otra sin picadores y tres corridas de toros en días consecutivos, con participación de matadores a pie que hayan triunfado en las ferias del verano.

Novilladas de promoción. Durante los meses de abril, junio, julio y agosto, en días laborables, y, por lo menos una vez cada uno de estos meses, se celebrarán novilladas sin picadores que permitan conocer nuevos valores. Durante la feria de septiembre, también en día laborable, se organiza una última novillada sin picadores en la que participan los tres máximos triunfadores de las anteriores.

Otros festejos. En cualquier día del año puede organizar la empresa más festejos taurinos, y cuanto los concursantes oferten en este sentido será tenido muy en cuenta para la adjudicación de la plaza.