Robert de Niro: "No siempre me interesa interpretar los primeros papeles"

El actor norteamericano Robert de Niro declaró ayer en Madrid, con motivo de la presentación de su última película, Toro salvaje, de Martin Scorsese, que «no siempre me interesa interpretar primeros papeles en las películas, ya que resulta tedioso a la larga; me gustan los personajes de interés, aunque no sea protagonista». El actor contestó, sonriente y sin esfuerzo, a preguntas sobre su trayectoria personal y su participación en el cine. Su mayor riesgo fue atravesar los salones del hotel Ritz sin llevar puesta la obligada corbata.

La película Toro salvaje, de próximo estreno en España, está preseleccionada para los oscars de la Academia de Hollywood, que se otorgarán el próximo 30 de marzo. Robert de Niro puede alcanzar un premio de interpretación por el personaje del boxeador Jake La Motta. El pasado domingo, en Los Angeles, obtuvo el Globo de Oro al mejor actor por su trabajo en Toro salvaje, otorgado por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood.Robert de Niro manifestó en la conferencia de Prensa que no es partidario de los premios y de las competiciones. Prefiere no tocar el tema de los oscars ni le preocupa demasiado. En 1974 obtuvo el Oscar al mejor actor secundario por El padrino II, de Coppola, y estuvo nominado por Taxi driver, de Scorsese, y El cazador, de Cimino.

Interpretar el personaje del boxeador Jake La Motta, campeón mundial del peso medio en 1949, en cuya biografía está basada la película, ha supuesto para Robert de Niro un duro entrenamiento y aumentar unos veinte kilos de peso. El actor comentó ayer que durante ocho semanas engordó, a base de tres comidas diarias, con una dieta basada en leche y cerveza. El régimen me afectó un poco. Para concienciarme de la cantidad de peso que tenía que aumentar, solía coger a mi hijo de cuatro años. Psicológicamente era como pensar en subir y bajar una montaña. Me vino bien para interpretar el papel de un cura de más edad en mi próxima película. Me gusta trabajar con gente real, aunque no sean profesionales del cine. No me importa el exceso de trabajo, rodar todo un día. Por encima del sacrificio físico, prefiero pensar que todo sale bien y la película es un éxito».

De Niro, 37 años, con estudios de arte dramático en el Actor's Studio seguidor del método de interpretación de Stanislawski, realiza en Toro salvaje un trabajo que ha sido muy destacado por la crítica. «Me gusta trabajar con Martin Scorsese. Si tenemos una idea intentamos estudiarla y hacerla. Entre nosotros hay confianza y tenemos. la misma sensibilidad y armonía en el trabajo». De su trabajo en Novecento, de Bertolucci, destaca los diferentes estilos de trabajar entre Europa y Estados Unidos. Aunque reconoce la labor de directores como Antonioni, Fellini o Buñuel, prefiere trabajar con directores norteamericanos. También elogió al director Elia Kazan (El último magnate), de quien dijo que era sensacional y ofrecía una gran confianza a los actores.

Otros aspectos comentados por el actor hicieron referencia a su participación con porcentaje en la producción de películas, sus primeros trabajos underground con Brian de Palma, la nueva genera ción de actores americanos y la posibilidad de que en el futuro di rija alguna película.