El escritor Josep Pla sufre un proceso de anorexia
Su organismo rechaza sistemáticamente los alimentos
Josep Pla experimentó ayer una leve mejoría, dentro del estado de extrema gravedad que diagnosticaron, la semana pasada, los médicos que le atienden. El escritor continúa en su masía de Llofriu, en las proximidades de Palafrugell, en el bajo Ampurdán. En días pasados fue visitado por el doctor Josep Alsina Bofill, uno de los más prestigiosos internistas catalanes, quien intentó, infructuosamente, que Pla accediese a ser trasladado a una clínica.
Fuentes médicas muy directas indicaron que Josep Pla «no sufre lesión orgánica alguna», sino que su actual estado está únicamente determinado por una absoluta falta de apetencia (ariorexia, en términos médicos) de origen no somático, sino presum ib lem ente psíquico, pese a que mantiene una total lucidez mental.Este deseo de no tomar alimento reviste caracteres comparables con la denominada anorexia mental. Pla cumpliría en breve los 84 años de edad. En el terreno estrictamente médico haoriginado una hipoproteinemia, es decir, una falta de proteínas. Se trata de un estado cuyo remedio es extremadamente simple: basta con comer -lo que Pla no desea- o bien colocar un suero gota a gota, para lo cual sería preciso internamiento en una clínica, que tampoco desea el enfermo.
Josep Pla, siempre según fuentes médicas directas, toma, en cambio, pequeñas cantidades de café, whisky y leche, así como, muy eventualmente, algún ppqueno pedazo de pastel.
Hace un par de años, debido ya a su falta de apetito, Pla sufrió una anemia ferropénica. Entonces argumentaba que a partir de una determinada edad es preferible comer muy poco. Curiosamente, Pla no solamenite es el mejor prosista catalán de este siglo, sino que también es aquel que con mayor acierto ha descrito la cocina catalana y la propia de los muchos países que visitó como periodista. El desaparecido escritor Maurici Serrahima manifestó en una ocasión que no se había atrevido nunca a escribir sobre gastronomía debido a que, en este terreno, en lengua catalana, cualquiera quedaría muy por debajo de Pla.
Fuentes muy próximas al escritor precisaron que éste continuaba interesado en conversar sobre temas políticos. «Estos temas son los que le interesan y, al mismo tiempo, más le alteran», afirinaron las fuentes.
Babelia
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