"El joven Winston", crónica de una época
La película fuerte de este fin de semana es EI joven Winston, dirigida por el actor Richard Attenbourough, que intenta rodar en estos días una biografía de Ghandi, con lo que evidencia su interés por las figuras políticas de este siglo. Sin embargo, el propio Attenbourough ha tenido también algún desliz como el director de películas «psicoanalíticas», como el caso de Magic, donde un ventrílocuo asesinaba por orden del muñeco al que le daba voz. Su carrera de actor, poco brillante, condiciona probablemente el punto de vista sobre estos personajes, destacando lo que pueden tener de excepcionales y ocultando, en su lugar, lo que puede resultar más discutible y cotidiano. Con El joven Winston no tuvo grandes problemas, ya que se inspiró para su trabajo en las memorias del propio Churchill, tema que en manos de otros directores hubiera dado quizá testimonios más interesantes para la época en que vivimos. La crítica, en términos generales, dijo sobre esta película que destacaban más los elementos ambientales de la época -iniciada a finales del diecinueve- que el contenido propio de la acción. Un punto de vista.Otro de los títulos ofrecidos este fin de semana (el sábado, a las ocho de la tarde por la segunda cadena, dentro del ciclo destinado al actor Cary Grant) tiene un interés supletorio: el de ser un estreno cinematográfico en España, si bien algunas publicaciones aseguran que ya ha sido mostrada en Televisión Española con el título de Un hombre de Virginia. Ahora será presentada con la traducción directa del original, Los Howards de Virginia, interpretación a su vez del título de la novela en que se basa, El árbol de la libertad, original de Elizabeth Page. En cualquier caso, la confusión de títulos no oculta de ninguna manera la intención patriótica del «mensaje», común a otras películas americanas de los primeros años cuarenta, que, con el panorama de la segunda guerra mundial como amenaza, no dudaban en destacar el fastuoso porvenir del futuro imperio.
Idealización que comparte también La prueba del valor, la película que se emite el domingo a las 21.15 horas por la segunda cadena, donde cuatro competidores de los Juegos Olímpicos de Roma sacrifican sus problemas personales en función de la heroicidad del deporte. El guión todo hay que decirlo, fue escrito en 1969 por Erich Segal, que sería poco tiempo después internacionalmente reconocido como el responsable de Love Story, novela y película que marcó una época, aunque no representaron nada especial ni nuevo. Y ya, como premonición de dicha amenaza, aparece también en el reparto de esta película Ryan O'Neal, aunque no precisamente en el papel principal. A su lado. entre otros, Charles Aznavour que coincidiría con cierta juventud europea, aunque tartipoco por su trabajo específicamente cinematográfico.
Un fin de semana, en definitiva, que puede reservar a los telespectadores mejores posibilidades.Todo es cuestión de buscarlas.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.