Moscú apoya a Teherán en su contencioso con EE UU

La Unión Soviética está decididamente al lado de Irán en el contencioso que se mantiene entre Teherán y Washington después de la liberación de los 52 rehenes. La Prensa soviética acusó ayer a Estados Unidos de no querer respetar el acuerdo de Argel, de que no desea abandonar la región y desconfía de las declaraciones de los ex prisioneros relativas a los malos tratos que sufrieron durante sus 444 días de cautividad.Respecto a las acusaciones norteamericanas sobre las «torturas» infringidas a los rehenes por los estudiantes islámicos, los soviéticos estiman que se trata de una campaña «histérica» antiiraní «orquestada por los círculos financieros americanos» para no «devolver al pueblo iraní su dinero».

En la tarde del jueves, la agencia Tass expresó sus dudas sobre los testimonios de los rehenes liberados. Muy rápido, lo que no es usual en la URSS, la Prensa confirmó ayer del lado que está Moscú en este asunto. «Estados Unidos multiplica sus maniobras alrededor del acuerdo con Irán», tituló Pravda, órgano oficial del partido comunista soviético (PCUS).

En los medios norteamericanos acreditados en Moscú ha sorprendido esta reacción. «En todo este asunto, los rusos no nos han apoyado un sólo instante», comentó un diplomático.

Después de los últimos artículos de la Prensa soviética, la Embajada de EE UU en Moscú no excluye la presentación de una protesta oficial en el Kremlin. La frase común escuchada a los diplomáticos norteamericanos es: «La reacción soviética es innoble», y están tentados de decírselo así a los dirigentes de la URSS.

Para los observadores occidentales, la jugada soviética es extremadamente importante. Estados Unidos perdió su base iraní, fronteriza con la URSS, y si bien el régimen jomeinista no ha bascuIado hacia el campo socialista, Moscú redobló en las últimas semanas sus ataques contra EE UU tratando de seducir a las autoridades de Teherán.