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Reunión de urgencia de la Comisión Permanente del Episcopado para tratar sobre el divorcio

El divorcio será el tema monográfico de la reunión que con carácter extraordinario celebrará la Comisión Permanente del Episcopado español el próximo sábado, día 24. Entre las funciones de la Comisión Permanente figura la de «hacer declaraciones sobre temas de urgencia». Los observadores esperan que, al finalizar la reunión, los obispos hagan público un documento sobre el tema.La convocatoria extraordinaria ha causado sorpresa, ya que en la última asamblea plenaria, que tuvo lugar en noviembre del pasado ano, no pareció oportuno hacer nuevos documentos, dando por buena la declaración del episcopado hecha un año antes. Como se recordará, en aquella declaración había un párrafo final en el que se reconocía al Estado el derecho a legislar teniendo en cuenta «el bien común de la sociedad que rige». En el discurso con que el cardenal Tarancón abría la última asamblea plenaria, sin embargo, se podía detectar el reconocimiento de diferentes posturas de determinados obispos que discrepaban de ese párrafo definitivo, que había permitido, por otro lado, lograr la unanimidad de los obispos en 1979.

A pesar del único documento oficial de los obispos españoles sobre el divorcio, se han ido expresando dos posturas claramente definidas: junto a los más progresistas, que le valoran como un mal menor, los obispos más conservadores opinan que es un mal absoluto. Si ahora, la Comisión Permanente, de la que forman parte los cardenales de Madrid, Toledo y Barcelona, considera urgente volver sobre el tema es, sin duda, porque el proyecto de ley en curso desborda ampliamente el piccolo divorzio con que contaban los obispos y que esperaban fuera llevado a cabo por el partido del Gobierno.

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Los obispos españoles, preocupados por el proyecto sobre el divorcio

Viene de primera página

Existe el convencimiento entre los obispos con más peso en la Conferencia Episcopal de que se ha ido demasiado lejos y que el presente proyecto acaba por atentar a la institución familiar.

Es posible que detrás de esta reunión de urgencia esté la preocupación de Juan Pablo II por la familia, bien patente en la marcha del V Sínodo, celebrado en Roma en el pasado otoño. Cuando hace unas semanas representantes de grupos cristianos se entrevistaron con el ministro de Justicia para expresarle su apoyo a una ley generosa sobre el divorcio, pudieron constatar que Roma seguía de cerca todo el proceso español y manifestaba reiteradamente sus puntos de vista sobre los aspectos más progresístas del proyecto.

La reunión de urgencia de los obispos va a tener lugar precisamente unos días antes de que comience el congreso de UCD. Como bien se sabe, los sectores democristianos del partido en el Gobierno no han ocultado su propósito de retocar el proyecto sobre el divorcio en puntos tan decisivos como el del papel del juez en casos de divowilo consentido, tras un año de cese efectivo de la convivencia conyugal. La función que se le asigna en el proyecto de mero verificador de la documentación presentada debería trocarse, según ellos, por la del juez investigador con capacidad de decisión. Con este tipo de recortes al procedimiento, contra el que tuvo que intervenir el ministro de Justicia en persona, es posible lograr esa mutación del actual proyecto de ley, que ha motivado la reunión del sábado, en que el piccolo divorzio colmaba la medida de la Conferencia Episcopal en 1979.

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