Influencia del modernismo austriaco en la arquitectura española de principios de siglo

El modernismo austriaco fue una de las tendencias que influyeron de una manera significativa en el desarrollo de los movimientos arquitectónicos de principios de siglo en España. Dos arquitectos españoles, Teodor Anasagasti y Antonio Palacios, son los máximos representantes de este movimiento, según se recoge en la exposición Arquitectura austriaca (1860-1930), dibujos de la sección vienesa y su influencia en España, inaugurada ayer en el Museo español de Arte Contemporáneo.

Al acto de inauguración asistieron, entre otros, el embajador de Austria en España, Wolfgang Schallenberg, y el profesor de arquitectura y presidente del Instituto de España y del Ateneo de Madrid, Fernando Chueca Goitia, quien explicó el contenido dé la muestra. La exposición, patrocinada por la Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas, permanecerá abierta durante lo que queda del mes de enero y el mes de febrero.En la parte de la arquitectura austríaca 1860-1930, se exponen bocetos y proyectos de diversos arquitectos alemanes, aunque el centro de la exposición lo constituyen los trabajos de Otto Wagner, fallecido en 1918.

Alrededor de Otto Wagner, cuyos trabajos continuaron siendo norma para toda la escuela vienesa de fin de siglo, se agrupan colaboradores y discípulos suyos, tales como Olbrich, Hoffmann, Hansen, Semper, Hasenauer, Olimann, Hannich y Haerdtl, entre otros. La selección de los trabajos de estos autores ha sido verificada teniendo en cuenta no sólo la calidad del dibujo de determinadas láminas, sino también la importancia del proyecto dentro del desarrollo de la arquitectura en Austria.

Aunque la situación española no era la misma que la de la Viena de comienzos del siglo, en nuestro país, en medio de la confusión, existían dos grandes tendencias: las histórico- arqueológica y las modernas. O se buscaba el fondo nacional en la tradición artística del país, o se trataba de crear un arte nuevo. Como consecuencia de esta confusión, un importante número de arquitectos comenzó a desarrollar modelos vieneses, las más de las veces sin profundizar en el sentido de esta arquitectura. Casi todos los arquitectos de la segunda generación modernista viajaron a Austria y Alemania.

Donde el modernismo arquitectónico arraigó más fue probablemente en Madrid, por obra de los arquitectos Anasagasti y Palacios. El primero reivindicó la fantasía como uno de los elementos básicos de la nueva arquitectura. Palacios representó la posibilidad de aquella nueva arquitectura que se comenta en los primeros años

Anasagasti y Palacios crearon indirectamente un importante núcleo de seguidores en la Escuela de Arquitectura de Madrid. Paralelamente, es en Valencia donde se destaca también una arquitectura vienesa de importancia. Entre los más importantes arquitectos valencianos de esta época destaca Demetrio Ribes. Tampoco hay que olvidar arquitectos catalanes, como Soler i March, Sagnier o E. Ferrés.