La postura del PCE es juzgada como un llamamiento a fraccionar al PSUC
La declaración del Comité Ejecutivo del PCE fue calificada anoche de «increíble» por un miembro del Comité Ejecutivo del PSUC. La fuente agregó que parte de aquella resolución era «una llamada a la actividad fraccional dentro del PSUC». Según la misma fuente, «el comunicado formula contra el PSUC acusaciones carentes de toda base, deformando deliberadamente la realidad. Así, nosotros aceptamos desde siempre la lista de puntos que el comunicado establece como irrenunciables. Se intenta hacernos pasar como contrarios a una política que asumimos plenamente».La fuente manifestó que paradójicamente la dura reacción del PCE favorecería la cohesión interna del PSUC alrededor de su nuevo comité ejecutivo.
El Comité Ejecutivo del PSUC dio a conocer anoche un comunicado en el que, en términos más moderados, reflejaba los criterios anteriores. En concreto, manifestaba «su sorpresa por la opinión rotunda» expresada en el comunicado del PCE. Asimismo, el comité ejecutivo distribuyó ayer entre sus miembros las correspondientes secretarías. La distribución resultó ser la avanzada ayer en estas páginas, con la precisión de que la de cultura fue a manos del escritor Manuel Vázquez Montalbán, mientras Xavier Folch se ocupará de la dirección de la revista teórica del partido, Nous Horizons.
Diversas fuentes de la organización comunista de Barcelona informaron ayer de que la idea de un congreso extraordinario inmediato iba «perdiendo más y más posibilidades cada día que pasa, en lo que respecta a la opinion de la mayoría de la base del partido, por lo menos en la de Barcelona».
La gran incógnita consiste ahora en saber si Carrillo vetará o no la presencia de una delegación del PSUC en el X Congreso del PCE, a celebrar en julio de este año. La delegación del PSUC en los congresos del PCE interviene con los mismos derechos que las del propio partido. «Es obvio», afirmó otro miembro del ejecutivo del PSUC, «que, si el PSUC queda excluido de este congreso, la reelección de Carrillo no presentará ningún problema, De ahí que esta posible ausencia del PSUC del congreso del PCE, por posible veto de Carrillo, sea el gran telón de fondo del conflicto, sin cuya consideración no es posible entender nada. Si Carrillo no plantea ya este tema es por miedo a que se rompa el Grupo Parlamentario Comunista en el Congreso. Sin el PSUC, la fuerza parlamentaria comunista sufriría una pérdida cualitativa».
El nuevo Comité Ejecutivo del PSUC intentará evitar toda polarización en torno a la supresión o aceptación del término eurocomunismo.
Los «leninistas» desean, en efecto, evitar una querella centrada en una palabra, que, por otro lado, aceptan, pero a la cual desean dar un contenido que se sitúa claramente a la izquierda de los criterios expresados por Santiago Carrillo.
Por parte de los prosoviéticos no cabe duda de que la separación del comité ejecutivo de los bandera blanca puede ser un elemento que les incite a la moderación. En efecto, un gran componente psicológico en todo el conflicto interno del PSUC a lo largo de estos años ha sido una presencia de bandera blanca en la dirección suprema del partido -fruto de su forma de ingreso en el mismo-, que era absolutamente desproporcionada con la poca importancia de la tendencia bandera blanca a nivel de base del partido.
Por su forma de votar en la elección del comité ejecutivo, los prosoviéticos mostraron una forma de obrar que se basa en distinciones personales entre los diferentes miembros de la tendencia leninista. Sus votos favorecieron a unos y, en cambio, no beneficiaron a otros, en función de matices personales.
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