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Los senadores centristas no adoptan posición sobre el II Congreso

ENVIADO ESPECIALLas jornadas de reflexión de los senadores centristas terminaron ayer en el Puerto de la Cruz (Tenerife) sin que se produjera pronunciamiento alguno sobre el congreso de UCD, a pesar de las gestiones y repetidos intentos de un sector de los reunidos de introducir el tema en la discusión. Asimismo el grupo parlamentario aprobó una serie de resoluciones, entre ellas el acuerdo de que se comience en el más breve plazo conversaciones formales para resolver el contencioso con el Congreso de los Diputados sobre la iniciativa legislativa.

La resolución sobre la próxima asamblea del partido centrista no se produjo, a pesar de las presiones favorables a discutir el tema, que durante los dos días de estas jornadas, y especialmente desde la noche del viernes, crearon un cierto ambiente enrarecido. Esta situación es la causa de que, según fuentes de los reunidos, la dirección del partido haya seguido desde Madrid con inquietud el desarrollo de estas jornadas.

Así, se produjeron ayer, en el lugar de la reunión, numerosos rumores e informaciones contradictorias sobre una posible visita del secretario general del partido, Rafael Calvo, e incluso del mismo presidente Suárez, aunque en lo referido a este último podría haber sido un rumor inteligentemente difundido para templar las actividades fraccionales de algunos senadores. Al final, ninguna de estas visitas se hizo realidad.

Varios miembros del grupo, entre ellos Emilio Martín Villa, hermano del líder del sector azul, y José Quiroga, presidente de la Junta de Galicia, conversaron con el portavoz, Francisco Villodres, para insistir en que se introdujera el próximo congreso del partido como punto de la discusión. Finalmente, Villodres accedió a que se discutiese y aprobase una declaración de contenido neutro, que finalmente no fue introducida en las conclusiones por falta de acuerdo sobre la misma.

Asimismo varios senadores intentaron, en la última parte de la reunión, que el grupo se pronunciase en contra del punto del proyecto de nuevos estatutos de UCD, según el cual los candidatos a presidente del Congreso y del Senado serán designados por el presidente del partido. El tema fue descartado, por considerar la dirección del grupo que éste no debía coaccionar a los compromisarios con una resolución de éste tipo. Protagonizaron el intento, entre otros, Armando de Benito, Manuel Villar Arregui, Antonio Femández Galiano, Luis Miguel Enciso y Alfonso Soriano Benítez de Lugo. En contra se pronunciaron Emilio Martín Villa, Julio Nieves, Alberto Dorrego y José Luis López Henares.

En la noche del viernes varios grupos de senadores se reunieron a cenar para comentar la situación del partido y su posible tratamiento en la reunión. Entre otros, Manuel Villar cenó con algunos compañeros de grupo, tales como Pedro Valdecantos y Carmen Pinedo. Otras fuentes valoraron que se trataba de captar elementos de imagen progresista para corregir posibles acusaciones de derechismo por su alineamiento con el sector crítico.

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Manuel Villar confirmó a EL PAÍS su posición, matizando que él está con los partidarios de que se produzca una profunda catarsis que renueve totalmente el partido, según sus palabras. También desmintió rotundamente las afirmaciones de otras fuentes, según las cuales su alineamiento le habría llevado a la intención de dimitir de su cargo en el Ministerio de la Presidencia.

Discusión sobre el papel del Senado

En la sesión de ayer por la mañana se acordó que, en el más breve plazo, la dirección del grupo y el presidente del Senado inicien un diálogo institucional con el Congreso de los Diputados para resolver el actual contencioso entre ambas Cámaras.El acuerdo fue resultado de un ambiente mayoritario entre los senadores, favorable a una dura declaración contra el Congreso. En la discusión, el senador Villar Arregui se opuso a que el Senado elabore sus proposiciones de ley, con lo que la iniciativa de la Cámara quedaría notablemente disminuida. Al parecer, Villar traía la recomendación del ministro Rafael Arias de oponerse a cualquier declaración beligerante contra el Congreso.

Su intervención fue duramente contestada por el portavoz del grupo, quien, según algunos de los reunidos, le recordó que en los debates -y además desde la oposición a UCD- defendía incluso la iniciativa legislativa de cada senador individualizado.

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