La dirección de Arias-Salgado, un mandato lleno de tensiones

Fernando Arias-Salgado, abogado y diplomático, hijo del que fuera ministro de Información con Franco de 1951 a 1962, Gabriel Arias-Salgado, y hermano del diputado de UCD y actual ministro de la Presidencia, Rafael Arias-Salgado, tomó posesión de la Dirección General de Radiodifusión y Televisión el 21 de noviembre de 1977.Nombrado para sustituir en el cargo a Rafael Ansón en un momento crítico para la Televisión del Estado y en una fase de transición política enmarcada entonces por los pactos de la Moncloa, el nuevo director expresó su convicción de resolver los graves problemas que afectaban al medio a través de la organización profesional del organismo y del control, «no sólo gubernamental, sino también parlamentario», a que estaría sometido.

En aquella fecha mostró su preocupación por esa situación, aliviada por las perspectivas de creación del nuevo consejo rector provisional y por el Estatuto de RTVE. Este proceso de reformas hacía innecesario, según él, el comité anticorrupción, creado dos meses antes en una asamblea general de los trabajadores, con el fin de «erradicar la corrupción de RTVE».

Su mandato fue una etapa de transición reformista hacia una RTVE convertida en organismo autónomo, que ya está dotada de consejo rector -que se disolverá por imposibilidad de funcionamiento- y de estatuto -que tardará dos años en promulgarse y uno más en aplicarse-. Pero fue una transición turbulenta. Los problemas no estuvieron ausentes en los dos años largos de su mandato. En esta época, las críticas de todo tipo contra Televisión se han recrudecido y los conflictos, escándalos, dimisiones y denuncias han menudeado.

Caos en la gestión

Fernando Arias-Salgado inició la reorganización del medio con un cuádruple nombramiento. Ramos Losada ascendió a director gerente, y José María Carcasona, Femando Bofill y Feliciano Lorenzo Gelices fueron nombrados directores adjuntos para la programación, los informativos y la gerencia, respectivamente. Estos primeros nombramientos provocaron tensiones, una dura contestación de los mandos intermedios y las dimisiones de los cuatro directores de los telediarios de las dos cadenas: Ladislao Azcona, Eduardo Sotillos, Pedro Macía y Miguel Angel Gozalo. Este último sería nombrado casi inmediatamente director de relaciones con los medios de comunicacíón. En agosto de 1978, siete meses después, Miguel Martín sustituye a Ramos Losada en la dirección de Televisión Española, y Luis Angel de la Viuda hace lo propio en RNE, en sustitución de Francisco Ruiz de Elvira. Pero estos dos nuevos altos cargos no llegaron a completar su mandato, al dimitir hace más de un año. Los nombramientos se suceden: Jesús López Navarro y Miguel Angel Toledano pasan a dirigir la primera y segunda cadena, respectivamente, y Juan Antonio Alberich Cid pasó a ser subdirector técnico.

En este período han dimitido también, y entre otros, José María Carcasona y Enrique de las Casas, director este último de los espacios musicales, y Fernando Bofill, director adjunto.

Durante el mandato de Fernando Arias-Salgado se produjo la primera huelga de los trabajadores de RTVE, el 18 de diciembre de 1978, que mostró la imposibilidad del entendimiento entre dízector general y trabajadores. También durante esta época, las denuncias sobre la manipulación del medio han proliferado. Se han publicado numerosos estudios que muestran una utílización partidista de la televisión. En enero de 1979, Pedro Macía, director de la primera edición de Telediario fue cesado por negarse á dar una información sobre la huelga de Renfe, que él consideró falsa.

Las cuentas han sido el principal caballo de batalla sobre Televisión en estos dos últimos años. Arias-Salgado, en su calidad de director general, hizo efectiva una multa de 20.000 pesetas, el 29 de febrero de 1980, por no haber presentado en plazo el balance al ejercicio de 1978. Pero el puirto álgido fue la publicación por EL PAIS de la auditoría contable efectuada en RTVE y en la que quedaban de manifiesto numerosas irregularidades administrativas. PSOE y PCE presentaron querellas criminales contra altos cargos de Televisión por supuestos actos delictivos relacionados con la situación económica del organismo. Ambas querellas han sido acumuladas y, admitidas a trámite, el Tribunal Supremo nombró un juez especial para el caso el pasado mes de septiembre.

En el Congreso se constituyó la Comisión de Investigación sobre RTVE, para recabar información sobre las supuestas irregularidades derivadas de la auditoría de Hacienda. En junio de 1980, su presidente, Alberto Estella, diputado centrista, presentó su dimisión, después de la no comparecencia de altos cargos de RTVE ante la citada comisión. Paralelamente se formó la Comisión de Control Parlamentario sobre RTVE, ante la que, el pasado 27 de junio, Arias-Salgado rindió cuentas en medio de un aparatoso despliegue de cámaras y unidades móviles. Por primera vez en la historia del Parlamento y de la televisión española, las cámaras grabaron íntegramente el desarrollo de una sesión parlamentaria.