Las guerras bolivianas

Los bolivianos, sobre todo los que estamos fuera de Bolivia, ya tenemos suficientes problemas que afrontar como resultado de la dificilísima situación político-económica por la que atraviesa nuestro país. Ahora resulta que hay que añadir la falta de conocimiento histórico con que EL PAIS llevó a su distinguido público su artículo «La razón de una vida» impreso en la página 9 del número del 18 de noviembre del corriente. En él, el señor Senillosa comete el error de atribuir participación a Bolivia ¡en la Guerra de la Triple Alianza!, entre Paraguay, por un lado, y Argentina, Brasil y Uruguay, por otro. Conviene aclarar al público lector de la madre patria que a los bolivianos nos ha tocado la desgracia de guerrear -sin aliados- con Paraguay en la contienda del Chaco, que tuvo lugar en los años 1932 a 1935. Que el señor Senillosa, por tanto, tenga la gentileza de abstenerse de involucrarnos en guerras que no hemos peleado. Con los encuentros bélicos que hemos sufrido en nuestra historia republicana tenemos suficiente. En los años de independencia, que comienzan en 1825, hemos tenido que enfrentamos con invasores de Perú, en 1841 -a los que vencimos en la batalla de Ingavi-; de Chile, en 1879; de Brasil, en 1903-, y de Paraguay, en la ya referida guerra del Chaco. A nosotros siempre nos han agredido, con nefastas consecuencias territoriales para Bolivia. Aliados hemos tenido pocos. Pero en la guerra de la Triple Alianza, simplemente, no participamos. . Oficina de personal del Fondo Monetario Internacional.