Liberar las normas del diseño
Confrontar las diferentes obras que cada arquitecto está realizando en la línea del estilo posmoderno fue el principal objetivo de las jornadas de arquitectura -organizadas por el Colegio de Arquitectos Vasco-Navarro- que se celebraron recientemente en Vitoria. Profesionales de menos de cuarenta años -procedentes de Estados, Unidos, Italia y de la propia Península- participaron en las conferencias y exposiciones. La liberación de normas de diseño y la construcción imaginativa son dos motivos comunes de los jóvenes.
Sin ánimo de crear escuela, las figuras que se dieron cita en Vitoria -Stanley Tigerman, de Estados Unidos, y los italianos Constantino Dardi y Franco Purini, entre otros- coinciden en que el objetivo de su obra es alejarse de lo funcional y comercial, de la especulación arquitectónica.
En este sentido, José Luis Catón, participante en el simposio en representación de la capital alavesa, explicaba a EL PAIS las principales características de la generación arquitectónica posmodernista: «No constituimos ningún movimiento unitario, simplemente coincidimos en una forma nueva de entender la arquitectura, admitiendo que la forma no dependa de lo funcional, que es una de las máximas que presidían el movimiento moderno. Es hora de liberarnos de las normas impuestas por la escuela moderna y superarlas -en muchos casos, sin rechazarla- para establecer la base de partida de un fenómeno más amplio, más rico, más adaptable a las peculiaridades locales de la arquitectura.
Imaginación y diversión
«Conseguir aunar elementos contemporáneos con las características típicas de cada localidad es uno de nuestros objetivos. Alcanzar esta meta implicaría estar poniendo en práctica la idea de un estilo más imaginativo, más libre, en el que se recuperan elementos de la antigüedad que se habían abandonado por razones impuestas por la moda», señala el arquitecto Pedro Basanez, conferenciante en el simposio en representación de Vizcaya.Losjóvenes profesionales vascos hacen especial hincapié en la orientación del nuevo estilo libre. En opinión de Catón, la arquitectura -ahora- es mucho más comprometida porque es menos anónima. «Antes, en la escuela moderna, el arquitecto no tenía obstáculos para edificar. Precisamente porque contaba con resultados formales y uniformes a nivel internacional, el que dirija su construcción -en un país oriental, por ejemplo- era exactamente igual a la de un colega suyo en un país occidental. Ahora toda auténtica arquitectura es más comprometida, porque se personaliza más el estilo, porque no hay escuela y porque los arquitectos posmodernistas intentamos huir de los mimetismos».
