Un ministro sin miedo

La petición del ministro de Sanidad, dirigida al Congreso, para que se nombre una comisión investigadora de las irregularidades que podrían haberse producido en diferentes centros de la Seguridad Social, resulta tan desacostumbrada que se presta a las más variadas interpretaciones y que pueden englobarse en dos:a) El ministro está seguro de que tales irregularidades no existen, pero es consciente de que la información emanada desde fuentes oficiales será siempre cuestionada, razón por la cual solicita una comisión parlamentaria para que dictamine.

b) El ministro no quiere comprometerse públicamente en una cuestión, ofreciendo unas explicaciones de las que quizá se tendría que arrepentir, y tampoco intenta frenar unas ansias de información que han empezado a hacerse públicas en los periódicos y que no es aventurado pensar que pronto serán públicamente compartidas por la oposición.( ... )

Este es un gesto inédito, cuya iniciativa, más que para los ministros, que se supone que estarán siempre a la defensiva -a veces suicidamente, pues en más de un caso se han dejado arrastrar por la corrupción a la que eran ajenos-, se previó para las fuerzas de la oposición.

13 de diciembre

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