Enfrentamientos entre soldados y estudiantes en Belén
Numerosos estudiantes resultaron ayer heridos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes en la Universidad palestina de Belén, a cuatro kilómetros de Jerusalén, después de que los alumnos tiraran piedras contra los soldados y uno de ellos izara una bandera palestina.Las manifestaciones estudiantiles se intensificaron el pasado fin de semana, a raíz de la expulsión de Cisjordania, el viernes, de los alcaldes palestinos Fahd Kawasme, de Hebrón, y Mohamed Milhem, de Jaljul.
El primer ministro israelí, Menájem Beguin, explicó ayer a una delegación del Parlamento Europeo, encabezada por Simone Veil, que la deportación de Kawasme y Milhem fue ordenada «para velar por la seguridad de judíos y árabes».
La expulsión de los alcaldes fue duramente criticada por el ex ministro de Asuntos Exteriores Moshe Dayan, quien dijo no entender a qué llama el Gobierno «calma y seguridad» en los territorios árabes ocupados, «si a diario leo noticias sobre enfrentamientos y disparos».
Según Radio Israel, soldados israelíes, apoyados por policías, arrojaron ayer gases lacrimógenos e hicieron disparos al aire, frente a la Universidad de Belén, donde se hallaban atrincherados los estudiantes y sus profesores.
El líder de la oposición laborista israelí, Shimon Peres, dijo, a los parlamentarios de la Comunidad Económica Europea (CEE) que su partido se opone a la creación de un Estado palestino, pero que estaría dispuesto, en caso de llegar al Gobierno, a negociar la devolución de Cisjordania. Peres aclaró que ello sería negociado con el rey Hussein de Jordania, «que no es menos representante de los palestinos que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP)».
«La mayor concentración de palestinos reside en el Reino de Jordania», dijo el dirigente de la oposición israelí. Peres afirmó que, si el laborismo regresa al poder, devolverá gran parte de esas tierras y exigirá su desmilitarización ».
Simone Veil, ex ministra de Salud Pública de Francia, expresó ayer a Beguin, en su calidad de presidenta del Parlamento Europeo, que los países de la CEE no comparten la opinión de su Gobierno acerca de Jerusalén, afirmando, por otra parte, que «la OLP no puede ser un factor de negociaciones hasta que reconozca a Israel».
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