"Vietnam, paraíso perdido para Norteamérica e infierno para Francia"
Declaraciones de Scholl-Latour, autor de "La muerte en el arrozal"
«Los europeos nos hemos despedido definitivamente de Vietnam pero mientras los franceses lo recuerdan como un paraíso perdido, para los norteamericanos representa el infierno del que han logrado escapar», afirma Peter Scholl-Latour, periodista alemán autor de La muerte en el arrozal, relato en primera persona de su experiencia de treinta años como corresponsal de guerra en los frentes de Indochina, que ha cosechado gran éxito en su país, la República Federal de Alemania, y acaba de ser editado en España por Planeta. El libro fue presentado en Madrid por Manuel Leguineche.
También Scholl-Latour se despide con este libro de Indochina, «la vivencia más intensa, aventurera y difícil de olvidar para todos los profesionales de la información que hemos vivido situaciones parecidas en Africa y Oriente Medio». Ahora prepara otro sobre la revolución islámica, en el que recoge «ese punto de vista que no comparto de considerar Indochina y Afganistán como los extremos de una pinza soviética».«La información subjetiva es la forma más honesta de aproximarse a la realidad o -si no se teme utilizar grandes palabras- a la verdad», escribe el reportero alemán a modo de advertencia o declaración de principios que inspira el contenido de La muerte en el arrozal.
«Al contrario que las dos guerras anteriores, la que se libra actualmente es una guerra asiática», señala Scholl-Latour.
«No se busca una clara victoria militar, sino debilitar hasta el agotamiento al adversario. Su característica principal es que la proximidad de la frontera china obliga a una movilización constante a Vietnam que mantiene el 60% de sus tropas destacadas en puestos fronterizos ante la posibilidad de uno de esos súbitos que los chinos llaman «acción punitiva». Este continuado estado de alarma que prolonga un larguísimo período bélico, repercute en el pueblo vietnamita, obligado a formar «una sociedad de pobreza y obligatoriedad donde todas las libertades están ausentes».
«Los del Norte se han acostumbrado a esta forma de vida porque les alientan sus motivaciones ideológicas y nacionalistas, pero los del Sur lo sienten como algo impuesto e insoportable», comenta Scholl-Latour.
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