Occidente reitera las advertencias a la URSS sobre cualquier acción en Polonia

En las últimas veinticuatro horas, los países occidentales han reiterado sus advertencias a la Unión Soviética para que no intente ningún acto militar contra Polonia. Después del llamamiento en el mismo sentido de los miembros del Mercado Común, reunidos el martes en Bruselas, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que estimó que cualquier acción armada de la URSS y sus aliados contra Polonia «daría origen a las más graves consecuencias en las relaciones entre el Este y el Oeste y no tan sólo en las relaciones norteamericano-soviéticas».

El presidente Carter advirtió ayer solemnemente a la URSS que las relaciones entre ambos países y el conjunto de las relaciones Este-Oeste resultarían «directa y muy gravemente» afectadas por una intervención soviética en Polonia.En el comunicado dado a conocer por la Casa Blanca, el presidente Carter declaró que «Estados Unidos observa con creciente preocupación el incremento, sin precedentes, de las fuerzas soviéticas a lo largo de la frontera polaca».

Un alto responsable norteamericano no disimuló que EE UU consideraba importante publicar ahora un texto tan firme para «evitar que la situación siga deteriorándose».

Las advertencias más duras de ayer hacia la URSS vinieron de parte del Gobierno británico y del secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Joseph Luns.

El ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, secretario del Foreign Office, lord Carrington, declaró ayer en Londres, a su vuelta de Luxemburgo, que una acción armada soviética contra Polonia tendría como resultado el fin de la distensión y «sería mucho más grave» que las invasiones de Afganistán en 1979 y Checoslovaquia en 1968.

Por su parte, Luns afirmó en Bruselas que no esperaba que «la dirección soviética haya tomado una decisión sobre Polonia», pero «las indicaciones que poseemos están lejos de ser tranquilizadoras».

En los últimos días, la red de espionaje electrónico de la OTAN facilita datos constantes sobre la situación en Polonia para que los militares aliados occidentales «estén al día», informaron ayer fuentes solventes.

Luns agregó que una intervención soviética «tendría consecuencias graves e incalculables, pero no deseo comentar ahora qué tipo de consecuencias. Según nosotros, sería la muerte de la distensión, pero no sabemos cómo actuaría la población polaca ni su Ejército. Esperamos tan sólo que la intervención no se produzca».

Asimismo, el ex secretario de Estado Henry Kissinger afirmó en París que «los soviéticos se conducen de forma amenazadora», y aseguró que su intervención en Polonia pondría fin a la distensión, congelando las negociaciones sobre armas estratégicas, las conversaciones de Viena sobre reducción de tropas en Europa y la Conferencia sobre Cooperación y Seguridad en Europa.

Ayer terminó en Bucarest la reunión ordinaria de los ministros de Defensa del Pacto de Varsovia, con asistencia del comandante en jefe de las tropas aliadas del bloque soviético, el mariscal de la URSS Víctor Kulikov.