Cataluña sólo cuenta con reservas de gas para cuatro días
Cataluña sólo dispone de reservas de gas natural para asegurar el suministro durante cuatro días a partir de hoy. La situación fue calificada anoche en medios empresariales y de la Generalidad como de «auténtico dramatismo». Anteanoche, un total de 61 empresas de Barcelona y su cinturón industrial vieron cortado el suministro del citado combustible como primera medida de emergencia. Hoy el corte podría afectar a otras cien.
La grave situación se produjo cuando la delegación de Barcelona de Enagás -empresa estatal que tiene el monopolio en lo que se refiere a gas natural- vio reducidas sus reservas sin que hubiera llegado un buque metanero procedente de Argelia, esperado desde el pasado sábado y que debía reponerlas.Las reservas de Enagás en Barcelona -un total de 240.000 metros cúbicos, repartidos en cuatro depósitos- alcanzaron el pasado martes la cota de 41.000 metros cúbicos. De esta cantidad, no obstante, sólo algo más de la mitad es utilizable por razones técnicas. Con esta cantidad sólo puede asegurarse el suministro durante cuatro días. Inexplicablemente, las centrales térmicas de Foix y San Adrián de Besos funcionaron consumiendo gas natural hasta anteayer, sin que Enagás -que, teóricamente, debía conocer el precario estado de las reservas- avisara a las centrales para que cambiaran momentáneamente de combustible, medida totalmente factible y recomendada en estos, casos.
La actitud de Enagás fue calificada de «inexplicable» por parte del industrial presidente de Catalana de Gas y Electricidad, Pedro Durán Farell, en el curso de una conferencia pronunciada ayer en la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona.
Por su parte, el director comercial de Enagás, Antonio Blanco -el delegado del ente estatal en Barcelona y responsable del control de reserva, Vicente Tutor, no quiso hacer declaraciones-, manifestó a este diario que «confiábamos en que el pasado sábado zarparía de Skidola (Argelia) un barco metanero, cargado de gas natural. Ello no sucedió debido a un fuerte temporal de la zona. Hoy (ayer para el lector) el barco aún no había zarpado del puerto argelino (carga, descarga y transporte requieren 48 horas). Ha habido una confluencia de circunstancias adversas que han posibilitado la actual situación en el suministro de gas a Cataluña».
Contrariamente, el industrial Durán Farell diría, ayer, comentando la situación, sobre el tema: «No tiene sentido haber llegado a una situación así. Ayer se nos avisa que se acaba el gas en Barcelona, mientras que anteayer funcionaban con este combustible las térmicas. Esto no tiene explicación alguna y no podemos callar más. Es un problema innecesario, puesto que aquí no hay ni un Jomeini, ni un Gadafi. Esta madrugada tuve contacto con los países que suministran el gas y existe una total normalidad».
Según explicó el presidente de Catalana de Gas, esta empresa recibió la noticia de la escasez de reservas sobre las diez de la mañana del martes. La compañía puso en funcionamiento sus fábricas de la Barceloneta y empezó a fabricar gas manufacturado a partir de nafta como materia primera, en lugar del gas natural que se utiliza habitualmente. Sobre las seis de la tarde decidió suspender el suministro a 61 empresas que tienen contratos interrumpibles, a pesar de que debería haberlas avisado con 48 horas de antelación. Con estas medidas se redujo el consumo -que en días anteriores había sido punta a causa del frío- a la espera de nuevas noticias.
A última hora, Industria gestionaba con Franesa la cesión de la carga del metanero Isabelle, de unos 20.000 metros cúbicos.
La Consejería de Industria y Energía de la Generalidad podría pedir, por otra parte, responsabilidades a Enagas por la situacion creada, alegando que la industria catalana está ante la posibilidad de sufrir un colapso. El citado departamento envió ayer telegramas al ministro de Industria y Energía, al presidente de Enagas y al comisario general de energía, dándoles cuenta de la gravedad de la situación.
«Es evidente», manifestó a este diario Josep María Bordas, director general de Política industrial, tecnología y energía de la citada consejería, «que ha habido una falta de previsión en el control de las reservas.
Según Bordas, la llegada de gas natural es ahora urgente, pero con ello no se solucionará el problema creado por la falta de infraestructura necesaria para la correcta importación y almacenamiento del gas natural.
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