Jornadas en Madrid sobre "El arte de la nueva era"

Para celebrar la aparición del número 3 de la revista El Mago, comienza hoy en Madrid un Festival 2000, que, bajo el epígrafe general de Jornadas de arte actual, vanguardias y nueva era, ofrecerá, hasta el día 8 de diciembre, cinco días de música, cine, teatro, danza, ilusionismo, conferencias y coloquios, dirigidos todos ellos a «tender un puente hacia el futuro a través de una muestra de la cultura del mañana, que se vislumbra en los documentos, un tanto visionarios, de la actualidad».«Vivimos en una sociedad paralizada», dicen en su memoria de presentación los organizadores, «con millones de celdillas apresuradamente edificadas y decoradas. Cada individuo, en su condición de obrero-soldado, labora por los ideales de la colmena. Nos interesa primordialmente una cosa: sorprender, provocar el llanto o la risa, la afirmación o la rebelión, no importa el qué, con tal de subvertir la rigidez de nuestras ideas y conceptos». Desde esta perspectiva neodadá hacen suya la tradición de los célebres encuentros de Pamplona, aunque dejando apuntado que lo suyo no alcanzará los límites de vitalidad y participación de aquéllos, dicen que por falta de medios.

Participan en estos encuentros múltiples gentes de todas las materias: Juan Hidalgo, del grupo Zaj, como representante de la música de vanguardia, con los nuevaoleros. Los Ejecutivos Agresivos, Las Chinas y Clavel y Jazmín; es posible que venga Jodorovski, el inefable compañero de Topor y de Arrabal; son seguros participantes Fernando Sánchez Dragó y Emilio Fiel; sobre ovni hablará Enrique de Vicente; sobre la búsqueda de la supraconciencia, Ramiro A. Calle, y sobre «la forma pura», Luis Alberto Ammann. Del cine underground, Javier Aguirre, Jiran Antonio Cárdenas y Pedro Almodóvar, y de lo misterioso, Gonzalo Suárez. Por el de las nacionalidades, Iván Zulueta, Bonet, Juliá y Huerga, y en plan música romántico-galáctica, Pau Riba y La Romántica Banda Local, entre otros.

En fin, un conjunto ecléctico y variado como los mismos tiempos, porque «asistimos», dicen, «a un resurgir de la utopía, asentada esta vez sobre los pilares de lo posible, de la aventura, de lo desconocido, y no podemos ni queremos ignorar los motivos de estos fenómeno, ni tampoco su alcance.