Importantes movimientos de tropas soviéticas en la frontera polaca
El embajador soviético en Estados Unidos, Anatoli Dobrinin, fue convocado anoche al Departamento de Estado, donde se le pidieron «explicaciones sobre las intenciones de la URSS respecto a Polonia». El portavoz norteamericano precisó que Washington ha reiterado, tras la conversación con Dobrinin, que «el Gobierno y el pueblo de Polonia deben solucionar por sí mismos sus problemas internos».
Asimismo, el Comité Central del Partido Comunista polaco decidió ayer un importante reajuste político, el quinto en lo que va de año, con la elección de tres nuevos miembros en el buró político, un suplente y la «dimisión» de otros cuatro. El séptimo pleno aprobó además la convocatoria del noveno congreso del POUP en primavera y la expulsión del ex primer secretario Edvard Gierek del Comité Central, y, solicitó a siete de sus colaboradores, todos ellos depurados, que abandonen sus puestos en el Parlamento (Sejin). Los nuevos miembros son el general Moczar, Tadeusz Grabski, Roman Ney y Tadeusz Fiszbach.La inusual medida del Departamento de Estado se produjo después de que Moscú anunciara la declaración de zona militar, hasta el 9 de diciembre, de una franja de treinta kilómetros a todo lo largo de la frontera entre la República Democrática Alemana y Polonia, unos cuatrocientos kilómetros. Analistas militares occidentales aseguran, de otra parte, que se están produciendo importantes movimientos de tropas soviéticas junto a la línea divisoria entre la URSS y Polonia.
Fuentes militares estadounidenses han precisado que la Unión Soviética se dispone a efectuar maniobras de defensa aérea en la RDA y junto a la frontera polaca. En este ejercicio participarían también, según el espionaje norteamericano, tropas germano-orientales y checoslovacas.
Washington expuso anoche a Dobrinin la posición de Estados Unidos sobre la crisis en el país socialista. «Seguimos la situación muy de cerca, pero no queremos especular sobre las intenciones de los soviéticos», dijo un subsecretario de Estado al embajador de Moscú. La reunión duró una hora.
La inquietud norteamericana se ha visto acrecentada por las informaciones de las principales cadenas televisivas de Estados Unidos, cuyos expertos diplomáticos citan fuentes diplomáticas y militares sin identificar para asegurar que Moscú podría intervenir militarmente en Polonia en el plazo de una o dos semanas.
La cumbre europea que concluyó ayer en Luxemburgo precisa en uno de los puntos de su comunicado final que «una intervención exterior» en Polonia «tendría consecuencias muy graves».
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