"Derrota para el pueblo más que para el Gobierno", según el presidente uruguayo

El voto negativo de la población uruguaya en el referéndum constitucional del domingo pasado «es una derrota para el pueblo más que una derrota para el Gobierno», manifestó, en la madrugada del martes, el presidente de la República de Uruguay, Aparicio Méndez. «Este resultado», dijo, «retrasará una serie de disposiciones previstas en el texto constitucional sometido a los electores, entre las que se hallaría, probablemente, la convocatoria de elecciones presidenciales en 1981».

«Sin embargo» subrayó el presidente, «el Gobierno uruguayo respetará su promesa de apertura política, siempre orientada al mejoramiento del bienestar de la población».El presidente de Uruguay, tras aceptar el fallo negativo en el plebiscito constitucional, adelantó la realización de elecciones en el país, «pero sin fecha inmediata, pues eso lo estudiaremos».

En un reportaje televisado, el presidente señaló que «las elecciones están en el plan que estudiaremos de inmediato; además, así debe ser en una democracia».

Tras criticar los anteriores actos electorales y plebiscitos, «con escándalos», subrayó que en la consulta popular del domingo no hubo una sola intervención policial en todo el país.

«En este plebiscito lo que importa es que los uruguayos demostraron que son capaces, a pesar de lo ocurrido, de ser dueños de su destino», dijo el presidente.

Subrayó que «nuestro firme propósito ahora es seguir trabajando por el futuro del país, y de esto nada nos apartará».

El presidente, en su primera aparición pública tras el rechazo de la ciudadanía al proyecto de reforma constitucional, por un amplio margen, expresó que «al no votarse positivamente parecería que el pueblo no aceptó las elecciones de noviembre de 1981, ya que ellas estaban implícitas en el texto del plebiscito».