La defensa norteamericana de los derechos humanos ante la OEA, "canto del cisne" de Carter

La Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que agrupa a todos los países del norte, centro y sur del continente (excepto Cuba), y de la que España forma parte como observador permanente, peligra de concluir sus sesiones con un grave retroceso en materia de respeto de derechos humanos en Latinoamérica. La pugna entre los delegados de Argentina y Estados Unidos, parece que será tristemente ganada al fin por los representantes de Buenos Aires, al conseguir que se excluya toda mención específica a Argentina en la resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que condena los regímenes dictatoriales y sus repetidas violaciones en el respeto de los derechos humanos.En una especie de «canto del cisne», la Administración Carter, todavía en el poder, plantea una última batalla en la OEA al presionar para que conste directamente el nombre de Argentina, Chile y Bolivia en la resolución destinada a denunciar las violaciones de derechos humanos, con torturas, desapariciones y detenciones arbitrarias. EE UU no ignora que, probablemente, para evitar una ruptura en el seno de la OEA, Argentina consiga finalmente el triste récord de no figurar «oficialmente» en el banquillo de los acusados para los demócratas del mundo entero. La política prevalecerá, una vez más, por encima de los 5.000 «desaparecidos» en Argentina según cifras de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.