Condenas, prohibiciones y secuestros de 1980

Al margen de la espiral de procesamientos desatada desde primeros de año, y que daba la cifra de sesenta periodistas y escritores procesados en más de cuatrocientas causas a mediados de abril, otros sectores de la cultura y la expresión artística han conocido este año diversas condenas y prohibiciones.Hace sólo dos días, el alcalde socialista de Zaragoza, Ramón Sainz de Varanda, ordenaba clausurar la exposición que días atrás había inaugurado en la ciudad del Ebro el pintor comunista vasco Agustín Ibarrola (véase EL PAÍS de 26-11-1980). Sólo un mes antes, a mediados de octubre, el Ayuntamiento de Almagro (Ciudad Real) decidió retirar la autorización de la exposicion antológica del pintor José Ortega, también comunista, que se exhibía en dos salas de dicha localidad, con la explicación de que la pintura atentaba contra determinadas conciencias políticas.

Sigue sin resolverse, de momento, el caso del procesamiento militar de Pilar Miró por su película El crimen de Cuenca, ocurrido en abril pasado, así como también el secuestro de todas las copias por parte de la jurisdicción castrense.

Dentro de una larga lista de secuestros o procesos a editores y autores de Ubros, se hallan: Album del erotismo, de Editorial Antalve; Los vascos, de la nación al Estado, Editorial Elkar; Historia de Galicia, editado por el Frente Cultural de la Asamblea Nacional Popular Galega; ¡A ver!, de López Ediciones; Txiki-Otaegui, Editorial Lur, escrito por Javier Sánchez Eurasquín; Libertad sexual, de Editorial Naper; Sumario 22/79 (sobre Herrera de la Mancha), escrito por Manolo Revuelta; Secundino Delgado, apunte para una biografía del padre del nacionalismo vasco, cuyo autor es Manuel Morales; Yo creo en la clase obrera, de Francisco García Salve, etcétera. Hay que destacar la situación, en que se encuentra el caso de El libro rojo del cole, cuyo editor, Luis Martínez Ros, de Nuestra Cultura, ha visto denegado el recurso de apelación.