Ambiguas declaraciones de Viola sobre el futuro del proceso argentino

El eclecticismo y la cautela estuvieron presentes en las declaraciones que el futuro presidente de los argentinos, general Roberto Viola, ha formulado en el canal 3 de la televisión de Rosario, la segunda ciudad de Argentina.Viola reiteró, con variaciones de forma, conceptos expresados a David Rockefeller, presidente saliente del Chase Manhattan Bank, en la entrevista que ambos sostuvieron en Buenos Aires. A juicio de los analistas, este encuentro constituye el broche de oro de la visita del banquero norteamericano a Argentina y el más difícil examen pasado por Viola desde su designación por la Junta Militar -máximo organismo de poder del Estado desde el golpe de las fuerzas armadas en el año 1976- para gobernar de 1981 a 1984.

Los conceptos en cuestión fueron que «se introducirán los cambios que sean necesarios» y «no se modificará la filosofía del proceso», pensamientos que merecieron la calificación de «virtualmente impenetrables» por parte de una revista confidencial de circulación restringida que comentó la charla televisiva de Viola.

El general Roberto Viola reiteró que inicialmente nadie debe esperar cambios sustanciales en la economía.

El presidente designado censuró la demagogia y el elitismo, e insistió en la participación de los civiles en el proceso de reorganización nacional, como los militares denominan al régimen instaurado por la fuerza el 24 de marzo de 1976. Hacia el final de la conversación, Viola dijo textualmente: «Olvidemos las exigencias de nuevos sacrificios. Yo sólo le pido a la nación esfuerzo y trabajo. Lo de sacrificio ya está bastante manido». Esto último ha hecho exhalar un suspiro de alivio al ya bastante sacrificado pueblo argentino, que sufre un coste de vida elevadísimo y constantes aumentos de precios.