Antoni Tàpies ilustra "Repertorio de junio", de Jorge Guillén
El poeta castellano Jorge Guillén y el pintor catalán Antoni Tápies son los autores de una obra de bibliofilia, Repertorio de junio, primer volumen de la colección Cauce, editada y presentada el pasado miércoles en Valladolid por la galería Carmen Durango. Cada uno de los 145 ejemplares de que consta la edición se compone de 64 páginas de papel Velin d'Arches, cuenta con frontispicio grabado al aguafuerte y lleva intercalados seis grabados en color.
Lo más asombroso en la presentación de Repertorio de junio, libro de poemas de Jorge Guillén y grabados de Antoni Tápies, fue que ninguna autoridad local hiciera acto de presencia. No asombroso en profundidad, pues conocido es el desdén de nuestra clase política hacia la cultura, pero sí en lo epidérmico: se esperaba siquiera el impulso emotivo, dado que Guillén es uno de los vallisoletanos más ilustres. De ahí que que el telegrama enviado desde Málaga por el autor de Cántico, repleto de fidelidad a su origen, chocara con un ámbito de significativas ausencias: «Me habría gustado intensamente gozar con ustedes de la obra que nos ofrece el maestro Antoni Tàpies, constructor de ese gran volumen, creador de esas pinturas en tomo al texto poético. Deploro de veras que mi salud y mi edad no me permitan reunirme con ustedes en esa ciudad de mis raíces a la que siempre me siento vinculado ».En carta dirigida a Antonio Machón, director de la galería Carmen Durango, también Tápies nombraba el espacio natal del poeta: «En Italia, hace muchísimos años, la colaboración con Guillén fue una de mis grandes ilusiones, frustrada por causa del editor. Siempre te agradeceré, pues, que tú la hayas hecho posible..., y precisamente en su tierra».
El poeta Mario Hernández, presentador del acto, tendió un puente de sutiles analogías entre el poeta y el pintor, artistas de estilos tan dispares. Ambos, a base de convivir con los signos cotidianos, se hallarían ante el umbral de un mismo fin: «La puerta da, bien cerrada, / a un jardín quizá inmortal».
Características de la edición
La estampación de Repertorio de junio ha sido realizada en las prensas del Taller 46, de Barcelona. Adolfo Barbará, miembro de ese taller y desplazado a Valladolid para el acto de presentación del libro, señala: «La idea de este volumen de bibliofilia la tuvo su editor Antonio Machón. Lo que ocurre es que Tápies la recogió al instante con enorme entusiasmo y realizó una maqueta con sus ilustraciones La experiencia ha sido muy intensa, dado que el pintor, pese a las dimensiones reducidas de la obra se empeñó en unos grabados que han exigido el empleo de técnicas mixtas de aguafuerte, litografía y collage». Todos los libros llevan, en la página de justificación, las firmas autógradas de Guillén y Tápies.Como acompañamiento a la exhibición de Repertorio de junio, Tàpies presenta en la galería vallisoletana un espléndido conjunto de sus últimos cuadros, todos ellos fechados en 1980. La elegancia y la fuerza de lo expuesto, merecedor de un comentario aparte, dan fe de que el artista plástico atraviesa por uno de sus más fértiles momentos creadores.
El público, esencialmente joven, que acudió a contemplar el libro y las pinturas parecía reconocedor del esfuerzo que supone para una galería de provincias organizar una muestra de tal envergadura artística. El propio Tàpies seguramente ha sido sensible a este hecho, pues, como acabamos de apuntar, las obras plásticas por él enviadas sobrepasan con mucho la función ritual de acompañamiento para presentar un libro.
Finalmente conviene resaltar que Repertorio de junio no es el típico objeto de bibliofilia al uso, dispuesto al destrozo habitual de muchos coleccionistas que prefieren prescindir del texto y colgar en las paredes de sus casas los grabados. Aquí poemas e ilustraciones forman un todo inseparable y armonioso. Para los ajenos a la bibliofilia se ha hecho una tirada corta de los grabados, estampados a grandes márgenes.
