La Conferencia de Madrid puede inaugurarse el martes sin orden del día

Los países participantes en la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación, en Europa (CSCE) de Madrid no descartan la posibilidad de que el próximo día 11, fecha oficial de la apertura de la conferencia, se encuentren sin orden del día de la reunión. En la tarde de ayer, en la que los países de la CEE presentaron, a través de Luxemburgo, una nueva propuesta oficiosa de compromiso, endureciendo la actitud conciliadora de las naciones neutrales, el tema central de las discusiones bilaterales y multilaterales de las distintas delegaciones giró en torno a la interrogante de ¿qué pasará el día 11 si la conferencia no tiene reglamento de trabajo?

Estas discusiones revelan el pesimismo creciente que ha surgido en torno a las reuniones preparatorias de la CSCE ante la falta de un compromiso difícil de realizar y que deberá completarse en los próximos tres días en una carrera contra reloj que el jefe de la delegación española, el embajador Javier Rupérez, definió como una misión aún posible, en la que «no habrá ni vencedores ni vencidos».El embajador español se negó, por su parte, a evaluar las consecuencias de un posible fracaso de las negociaciones de última instancia, que se reanudarán hoy, aunque se sabe que tanto los españoles como los países de la OTAN, los neutrales y las naciones del Pacto de Varsovia discuten ya en los pasillos el ¿qué pasará el día 11 ?

En fuentes diplomáticas próximas a la conferencia se ha sabido que esta discusión ya fue objeto de debate el pasado jueves por la noche en el seno del Consejo Atlántico, en Bruselas, donde se establecieron posibles actitudes de los quince aliados ante la eventual ruptura de las negociaciones de procedimiento.

La impresión general insiste en que las naciones de la OTAN han llegado al límite de sus posibilidades de compromiso, mientras los países del Este, como lo afirmó ayer el propio embajador soviético, Yuri Dubinin, insisten en que ya han hecho «grandes esfuerzos» para conseguir un acuerdo, aunque tampoco afirmaron que esta será su última palabra.

Lo que resiltará difícilmente explicable para la opinión pública europea será el que la conferencia naufrague porque los 35 países participantes discrepaban en una semana en relación al tiempo que la CSCE deberá dedicar al análisis del cumplimiento del Acta de Heisinki -los neutra les proponen tres, los occidentales cuatro y los socialistas dos- y en dos frases sutilmente redacta das en los documentos que propugnan cada parte, que se refieren a la continuidad de la próxima conferencia -a cuya organización aspira Bélgica, según se reveló ayer, haciéndole la competencia a Rumania, que fue el primer candidato- y el hecho de que en los debates se separen las cuestiones políticas de las propuestas que surjan en la conferencia.

Nivel de voluntad política

Por todo ello, una vez más, surge la interrogante de ¿cuál es el verdadero nivel de voluntad política de Washington y de Moscú de proseguir con la distensión? De momento, una y otra superpotencia, con sus países aliados, estudian qué pasará el día 11 si no hay reglamento de trabajo. Los más optimistas aseguran que esta deberá ser abierta por el ministro español de Asuntos Exteriores Con un simple discurso técnico y no político, en el que animará a los participantes a continuar sus discusiones sobre el procedimiento.Esta sesión de apertura trabajaria, según las modalidades de Helsinki, bajo el sistema de consenso, con mociones de orden y con presidencia rotativa. Asimismo, podrá contar con la presencia del secretario general español, dado que todos los países aceptaron la propuesta verbal que les presentó España el pasado día 15 de enero, y que fue respondida favorablemente por todos. La URSS lo hizo el día 31 del citado mes. De todas maneras, el iniciar en estas condiciones la conferencia revelaría el fracaso político de la misma, y contaría con la ausencia de ministros de Asuntos Exteriores.

En relación con este último tema, hay que señalar que, si se llega a un acuerdo antes del día 11 sobre el procedimiento estarán presentes en Madrid los ministros de España, Alemania Oriental, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Irlanda, Italia, Noruega y Rumania. El resto de los países tendrán un nivel de viceministro de Exteriores, para las naciones del Este, o secretarios de Estado o embajadores extraordinarios para las occidentales restantes. En el caso de compromiso. final en las negociaciones actuales, se cree que será el presidente Suárez quien inaugure la Conferencia.

En definitiva, que los treinta y cinco han comenzado a estudiar la peor de las posibilidades, es decir, la ruptura de las negociaciones preliminares y sus posibles consecuencias políticas y procesales, a la vez que mantienen todo tipo de iniciativas políticas en favor de un compromiso de última hora, que la delegación española desea y considera posible.