Violento ataque del primer ministro iraní contra Estados Unidos
El primer ministro iraní, Mohammad Alí Rajai, criticó ayer a Estados Unidos, sólo 48 horas antes de que se celebre el debate público parlamentario sobre los rehenes, con una violencia inacostumbrada. «Nuestro pueblo ha comprendido que Norteamérica es nuestro mayor enemigo», afirmó Rajai ante varias decenas de miles de personas reunidas en la Universidad de Teherán para la oración del viernes. El primer ministro llegó incluso a calificar de «gran Satán» a Estados Unidos, utilizando una expresión que ningún dirigente iraní, ni siquiera el imán Jomeini, ha empleado en público desde hace varias semanas.
Rajai evocó también la toma de rehenes, pero sin hacer la menor alusión a su posible liberación. Gracias al secuestro, dijo, «el mundo entero ha comprendido que la Embajada norteamericana no era una Embajada, sino un nido de espías. El impacto de este acto», añadió, «ha llegado hasta los más remotos pueblos iraníes».El discurso de Rajai fue pronunciado veinticuatro horas después del anuncio de la convocatoria de grandes manifestaciones, el martes próximo, para celebrar el primer aniversario del secuestro de los rehenes, el diecisiete aniversario de la expulsión del imán Jomeini de Irán y el segundo aniversario de la matanza efectuada por la policía del sha en la Universidad.
Los observadores en Teherán interpretan de forma diferente el discurso de Rajai y la convocatoria de manifestaciones populares. Algunos creen que equivalen a renunciar a solucionar el asunto. Otros opinan, sin embargo, que se trata de preparar a la opinión pública para su próxima liberación, dejando claro que ésta no significa, en ningún caso, la reconciliación con el «gran Satán».
Los dirigentes iraníes temen también aparentemente la persistencia entre los diputados del Mailis de una oposición a discutir el tema. Se espera, sin embargo, que el número de los diputados sea lo suficientemente reducido como para no poder bloquear indefinidamente el debate.
Para tratar justamente de reducir su número, el ayatollah Montazeri, sucesor potencial del imán Jomeini, criticó con severidad a «los diputados que se ausentan del Parlamento, impidiendo así el desarrollo de sesiones oficiales». Esta actitud, añadió, «no es aceptable por el pueblo musulmán y revolucionario».
Los observadores señalan, sin embargo, que en su alocución Rajai esbozó, aunque en términos muy agresivos, un arreglo posible sobre el tema al afirmar: «Obligaremos a Estados Unidos a entregarnos los repuestos militares que hemos pagado». A renglón seguido, Rajai añadió: «No cambiaremos nuestra libertad y nuestra independencia por todas las riquezas del sha».
Cualquiera que sea la fecha de la eventual liberación de los rehenes es bastante probable que su salida del país se produzca después de las elecciones norteamericanas del 4 de noviembre, dado que los «estudiantes islámicos» que les secuestran anunciaron ayer que les permitirían ejercer, dentro de tres días, su derecho al voto, aunque los custodios reconocieron que las modalidades de su votación «no están todavía claras».
Escepticismo norteamericano
Por su parte, el Gobierno norteamericano sigue reaccionando aparentemente con gran escepticismo a los rumores sobre una liberación inminente que suscita la Prensa estadounidense.Interrogado ayer en Columbia (Carolina del Sur) sobre los mencionados rumores, el presidente Jimmy Carter declaró: «No puedo predecir nada». En Estocolmo, sin embargo, un avión de la compañía aérea sueca Scanair está permanentemente disponible para volar a Teherán en busca de los rehenes, según confirmó ayer por la tarde el director de la compañía, Georg Olsson, que se negó a revelar quién había alquilado el aparato.
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