Un defecto de construcción de la escuela pudo originar a catástrofe

La falta de ventilación en la cámara de aire del edificio escolar de Ortuella, situada debajo de la planta del piso bajo, y un escape de metano en las conducciones de gas, desde el depósito hasta los servicios de cocina y calefacción, parecen ser las causas inmediatas de la explosión registrada a mediodía del pasado jueves que costó la vida a 51 personas, 48 de ellas, niños.

Según la versión ofrecida ayer a EL PAIS por Alberto López, arquitecto municipal de Ortuella desde las elecciones municipales, hay una ordenanza del Ministerio de Educación para construcciones escolares que establece la necesidad de construir una cámara de aire bajo el primer suelo de la construcción que debe tener al menos veinte centímetros de altura. En el caso de la construcción de las escuelas Marcelino Ugalde, de Ortuella, al estar edificado sobre una pendiente, esa cámara de aire ganaba en altura a medida que la construcción equilibraba la pendiente.El apartado 4.2 de esas normas establece que esa cámara debe estar convenientemente ventilada. En el caso de esta escuela, la ventilación no existía, aunque, dado que el gas que alimentaba los servicios de cocina y calefacción es metano, y éste se almacena a ras de suelo -por pesar más que el aire-, la rejilla de ventilación debería estar situada en la parte más baja de esa cámara.

Los conductos que transportaban el metano desde el depósito central, situado fuera del edificio, y en el que se encontró gas almacenado tras la explosión, pasan por esta cámara. El escape que, sin duda alguna, se produjo en esos conductos hizo que el metano se fuera almacenando en la cámara, de abajo hacia arriba, hasta que una chispa -en este caso pudo ser el soplete del fontanero- hizo explosionar el gas almacenado y actuó sobre el suelo de la planta baja, ya, que, al no haber ventilación, la onda expansiva no encontró salida más que por la parte más débil. El suelo de la planta baja, sobre el que se encontraban los escolares, fue lanzado hacia arriba y, probablemente, aplastado contra el techo de esa planta.

Los suelos de entre plantas están calculados para soportar peso de arriba hacia abajo, pero no al revés, de forma que la onda que produjo la explosión reventó ese suelo de abajo hacia arriba, ya qué los muros laterales son mucho más fuertes que el suelo.

Alberto López, que considera poco importante saber quién produjo la chispa que hizo explosionar el metano almacenado -dado que cualquiera o cualquier circunstancia podía haber sido el desencadenante-, estima que el fondo de la tragedia es la fórma en que se contratan y se ejecutan las construcciones escolares. Es el Ministerio de Educación y sus arquitectos quienes encargan, dirigen y aprueban las construcciones escolares Muchas de estas construcciones adjudicadas a la baja y con un importante regateo en el presupuesto definitivo, están deficientemente terminadas.

Respecto a la posibilidad de que la situación de seguridad del colegio Marcelino Ugalde hubiera sido denunciada por asociaciones de padres, maestros o el propio Ayuntamiento, el alcalde de Ortuella, Manuel Fernández Ramos, ya desmintió este extremó (véase EL PAIS de ayer), aunque, según el arquitecto municipal, Alberto López, «en ese colegio siempre han andado con obras ». Como también se ha informado, el servicio de mantenimiento de las instalaciones de gas de las escuelas Marcelino Ugalde corre a cargo de una empresa contratada por el Ayuntamientó, de la que el algalde, por el monto, no ha facilitado el nombre.

A primera hora de la tarde se celebró en Ortuella una reunión de técnicos para estudiar las causas del siniestro, en la que estuvieron presentes los directores generales de Energía e Instalaciones, el director gerente de la empresa Butano, representantes de distintos departamentos y el juez especial designado para el caso, que es el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Bilbao.

Según los técnicos de Butano, sus instalaciones están intactas, y no creen que la explosión se haya debido a una fuga en sus instalaciones. A partir del lunes próximo, técnicos especialistas procederán a desenterrar todas las instalaciones de Butano.

A falta de nuevas precisiones por parte de esta última empresa, que aclaren cuáles eran las instalaciones en «situación irregular» mencionadas en su nota oficial del pasado jueves, la agencia Europa Press informa que «han sido descubiertas unas instalaciones, en concreto una caldera de calefacción, que no contaba con la autorización del Ministerio de Industria». La misma agencia agrega que «la caldera está en perfectas condiciones, aunque no se descarta que pudiera tener un escape».

Denuncia sindical sobre el descuido de las escuelas

Por otra parte, el Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Euskadi (STEE-EILAS) difundió ayer un comunicado en el que señala que «el dolor no puede ocultar la obligación que sentimos de decir al pueblo que este tremendo suceso no tendría que haber sucedido. Una y mil veces, los sectores de la enseñanza, padres y sectores populares, hemos señalado el descuido y abandono de las escuelas estatales por la Administración. Es triste decir ahora que no se han escuchado nuestras peticiones».El comunicado agrega que «con dolor y rabia decimos que no podemos admitir el luto oficial de una Administración irresponsable que, una y otra vez, está negando la atención a las más elementales necesidades de nuestras escuelas. Nunca más vamos a admitir que se nos responda con la vieja cantilena del "no hay dinero" cuando planteemos los problemas de nuestras escuelas».