Sin noticias del industrial secuestrado el miércoles en Bermeo

La familia de José Garavilla, industrial secuestrado el pasado miércoles en Bermeo (Vizcaya), no tenía ayer noticia alguna de aquél, al tiempo que manifestaba desconocer las exigencias de sus captores. La fábrica que Garavilla dirige en Bermeo trabajó con normalidad, aunque la plantilla está muy impresionada por lo sucedido, según fuentes de la dirección. El secuestrado está considerado simpatizante del PNV y dirige una de las empresas más saneadas del sector conservero.El hecho se produjo a las ocho de la tarde del miércoles, hora en que José Garavilla salía de trabajar, y fue presenciado por uno de los empleados, a quien los agresores conminaron a guardar silencio durante una hora. Este dato es mencionado por la agencia Efe, que añade que, pasado ese tiempo, el empleado avisó a la familia. El lugar exacto del secuestro fue la puerta del aparcamiento, donde tres personas abordaron a Garavilla cuando éste, al volante de su coche, se disponía a tomar la carretera que pasa por delante del edificio, obligándole a pasar al asiento contiguo al del conductor. En la madrugada de ayer, la Guardia Civil encontró el automóvil abandonado en la carretera de Pedernales (Vizcaya).

Una hermana del secuestrado afirma que éste no había recibido amenazas personalmente, aunque la familia sí las había tenido, pero se negó a concretar si provenían o no de ETA. Toda la familia pasó la noche del miércoles al jueves en la casa que el secuestrado tiene en Bermeo. José Garavilla, de 44 años, está casado y tiene cinco hijos de edades comprendidas entre los ocho y los dieciséis años.