El escritor Alvaro Cunqueiro, hospitalizado en Madrid

El escritor Alvaro Cunqueiro se halla actualmente internado en la Ciudad Sanitaria Provincial de Madrid, en una unidad de cuidados intensivos, donde se le aplica un programa de diálisis debido a una afección renal que padece. El gran escritor gallego padece una dolencia en una pierna desde hace ya casi dos años, y fue trasladado hace algunos días a Madrid para su tratamiento. Pero debido a la citada complicación renal tuvo que ser internado en la UCI, donde fuentes el citado centro sanitario indican que se va recuperando de esta complicación.Los médicos dicen que se agravó la enfermedad de Alvaro Cunqueiro y le obligaron a someterse a los cuidados intensivos de una unidad especializada. El mejor escritor vivo de las letras gallegas cree tanto o más en las meigas que en la fría ciencia médica, y eso le permite siempre pensar que «todo va a andar mejor dentro de unos días». Es una buena manera de mantener encendida la llama de vida que tanto caracteriza su obra literaria de poeta, narrador, periodista y autor de teatro.

Cunqueiro ha dicho muchas veces que la enfermedad supuso para él un obstáculo muy grande. En una entrevista que publicó EL PAIS el 20 de abril pasado contestó: «Llegué a pensar que podía no volver por los caminos de Mondoñedo..., y esa limitación física que me redujo el espacio fue lo que noté más fundamentalmente. Por el contrario, someterme a un régimen alimenticio muy severo me resultó fácil de aceptar, a pesar de que siempre me gustó mucho comer buenas comidas y beber buenos vinos. Lo que no acepté fue la inmovilidad».

El escritor se aferró como pudo a su eterno humor de constante instigador de la magia de su tierra. Se encerró en el piso de la calle del Marqués de Valladares, de Vigo, inmerso en libros y en papeles, recibiendo a los amigos más fieles y a algunos infieles, discutiendo diversas cosas con los cada vez más numerosos investigadores de su obra, o aguantando la inoportunidad periodística que siempre trató de arrancarle las palabras que más celosamente guarda en algún rincón de su cabeza; hace años que Cunqueiro se niega categóricamente a hablar de política, porque las otras, las palabras del corazón, las viene prodigando con generosidad creativa en sus libros y artículos de Prensa desde hace más de sesenta años.

De esta manera sobrellevó la «limitación física» de la que habla muchas veces con absoluta paciencia, sin perder jamás su sonrisa de gallego hasta la médula. Incluso cuando ya la enfermedad le limitó también la vista y le obligó a leer el periódico o los libros preferidos con el manejo de una lupa de gran aumento.