La Media Luna Roja considera optimista la cifra de 20.000 muertos en el terremoto de Argelia
Equipos de rescate trabajan sin descanso, día y noche y en cada una de las casas de El Asnam, intentando recuperar a las víctimas del terremoto del viernes, cuyo número de 20.000 muertos es considerado ahora como opitimista por los res ponsables de la Media Luna Roja. De madrugada se registró un nuevo movimiento sísmico, el décimo desde que el viernes quedó destruida la ciudad argelina, que aunque no produjo nuevas víctimas, añadió toneladas de escombros que harán más difícil aún el rescate de los supervivientes.
El Asnam, en otro tiempo floreciente centro comercial, ha quedado sepultado en el silencio. Hombres y mujeres permanecen inmóviles ante las ruinas de lo que fue su casa, esperando no ya encontrar con vida a sus familiares, sino, al menos, su cadáver.La urgencia del rescate ha hecho imposible hasta ahora cualquier relación de víctimas, lo que ha producido escenas de alegría en familias separadas sin saberlo, pero también la desesperación de las personas que se niegan a alejarse de las ruinas de su casa y que intentan acelerar las tareas de desescombro.
La Asociación de Mujeres Argelinas se ha hecho cargo de los huérfanos o posibles huérfanos, niños que vagaban llorando por la ciudad y de los que no se sabe ni el nombre de sus padres ni la suerte que han corrido. Familiares en otras ciudades o matrimonios que se ofrecieron voluntariamente están atendiendo a estos niños en sus casas.
En toda Argelia se ha producido un movimiento de solidaridad sin precedentes: los bancos de sangre no tienen recipientes para almacenar las donaciones, la gente ha entregado los productos de sus propias despensas y ha prestado a los servicios de rescate sus coches particulares, además de las donaciones de sueldos enteros y colectas en los barrios.
El rescate, en el que participan la policía, el Ejército, miembros de la defensa civil y grupos de voluntarios, se realiza con ayuda de patas excavadoras y grúas, y continúa también durante la noche, con potentes focos.
Perros especialmente entrenados husmean entre los escombros y portavoces de la Media Luna Roja (Cruz Roja) han declarado que la búsqueda continuará sin interrupción, pues con ocasión del terremoto de 1954 se encontraron bajo los escombros personas con vida hasta una semana después.
Aunque cada vez son menos las personas rescatadas con vida, el domingo se encontraron veinte adultos y un niño de dos meses.
Hasta el momento se han recuperado cerca de 5.000 cadáveres, 60.000 personas heridas y unas 3.000 en estado gravísimo, que son atendidas en hospitales de campaña o trasladadas en helicóptero a Argel y otras ciudades.
El Gobierno argelino ha decidido levantar lo antes posible escuelas y casas prefabricadas, aunque en primer lugar deberá estudiar el emplazamiento de la nueva ciudad, dada la intensa actividad sísmica de la zona.
El Asnam quedó totalmente destruida en el terremoto de septiembre de 1954, que mató a 1.500 personas. La reconstrucción de la ciudad en modernos bloques de pisos ha sido una de las causas del alto número de muertos, ya que edificios enteros de más de diez pisos se fueron abajo, dejando cadáveres irreconocibles y horriblemente mutilados.
Los responsables del rescate consideran optimista el número de 20.000 muertos y temen varios miles más, aunque harán falta varias semanas para hacer un balance definitivo de la tragedia. Unas 300.000 personas han quedado sin hogar, pues las pocas casas que siguen en pie no ofrecen seguridad.
Entre los supervivientes, las condiciones sanitarias son, de momento, satisfactorias. Se ha iniciado una campaña de vacunación y por carretera llegan alimentos y agua potable. Las mantas y tiendas de campaña, que han enviado casi todos los países del mundo, permiten albergarlos en los alrededores de la ciudad.
El terremoto afectó también a otros pueblos de la zona, como Abadia, Jerba y Zebudia.
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