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El Consejo farmacéutico denuncia el abuso de fármacos veterinarios

El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, en una nota hecha pública ayer, se pronuncia contra el uso indiscriminado de medicamentos de uso veterinario. «Estos medicamentos, en su inmensa mayoría, no están registrados en Sanidad, por lo que infringen la ley».Según la mencionada nota, los ministerios de Sanidad y Agricultura fueron emplazados en 1963 para, en el plazo de un año, elaborar un reglamento de producción y distribución de productos veterinarios. Por un mero problema de competencias ministeriales, ese reglamento no se ha elaborado todavía. El consejo considera que, ante los casos de prohibiciones registradas en Europa a raíz de la detección de estrógenos y otros productos en las carnes de consumo, «debemos hacer una llamada de atención a la opinión pública sobre el peligro que entraña el descontrol de medicamentos. En España, pese a haber una legislación que, con sólo cumplirla, eliminaría el problema, la Administración no se molesta desde hace anos en hacer cumplir la legislación que ella misma dictó».

La aplicación de medicamentos sin control veterinario, como es el caso de este país, según la nota mencionada, puede conllevar serios peligros para la salud de los consumidores. Sin embargo, Antonio López Suárez, director del laboratorio municipal del Ayuntamiento de Madrid, informó ayer que es improbable que en España se consuman carnes tratadas con estrógenos por la estricta legislación existente. Añade el señor López que, no obstante, «no se puede evitar el contrabando de estos fármacos».

El doctor López Suárez añade que la detección de estrógenos es una tarea complicada que exige la utilización de aparatos muy sofisticados, de los que no dispone el laboratorio municipal. Las consecuencias de ingestión de carne tratada con estrógenos son inhibición sexual y derivaciones cancerígenas. Aunque no es fácil saber si, individualmente, pueden producir cáncer, al mezclarse con otros colorantes y demás sustancias tienen derivaciones. La forma habitual de tratar el ganado con estas sustancias es a través de inyecciones que obligan al animal tratado a engordar durante 72 horas seguidas, o introducir una pastilla de estrógenos bajo la piel, en cuyo caso el efecto dura cuarenta días.

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