Estados Unidos pide a Jordania que permanezca neutral
ENVIADO ESPECIAL El creciente apoyo jordano a Irak puede desembocar, si el conflicto irano-iraquí se prolonga tan sólo algunos días, en la inminente entrada en guerra de Jordania junto al Ejército de Bagdad, opinan los observadores en la zona. Ante el peligro de extensión de la guerra, EE UU ha pedido a Jordania que permanezca neutral y no participe en la escalada de los combates, según reveló ayer el Departamento de Estado.
Irak ha lanzado su nueva ofensiva militar en el Juzestán, donde se concentra la riqueza petrolera iraní, contando tanto con el abierto apoyo de Jordania como con la «neutralidad activa» de los países árabes del golfo Pérsico y con el aislamiento internacional en que se encuentra Irán.El total respaldo de Jordania a la acción militar iraquí supone una importante ayuda en dos campos. Por un lado, los jordanos envían a Irak suministros de todo tipo a través del puerto de Aqaba, en el mar Rojo, lo que alivia la pérdida, por parte de Irak, de su salida al mar con el conflicto de Chat el Arab.
Pero, de otro, el Ejército jordano, bien pertrechado y con cuerpos de elite que tienen gran experiencia de combate, supone una seguridad no tanto en el frente con Irán como en la retaguardia con Siria Un diario kuwaití informaba ayer que 40.000 soldados jordanos, de infantería mecanizada, están concentrados en la frontera con Irak, para ser enviados al frente si es necesario. En el estado actual de los combates, opina un especialista, la única misión del Ejército jordano es contrarrestar hipotéticas acciones de diversión por parte de Siria, un aliado de hecho de Irán.
Estados Unidos ha entrado en contacto con «varios países de Oriente Próximo del golfo, incluido Jordania, para incitarles a no hacer nada que pueda provocar una escalada en el conflicto entre Irán e Irak», declaró ayer el portavoz del Departamento de Estado John Trattner.
Según el portavoz, los servicios secretos norteamericanos no pueden confirmar la llegada de importantes refuerzos jordanos a la frontera entre el reino hachemita e Irak, pero sí están al corriente del desembarco, en el puerto jordano de Aqaba, situado a tan sólo diez kilómetros del israelí de Eilat, de material probablemente militar, con destino a Irak.
Departamento de Estado reveló que los barcos anclados en Aqaba eran de Europa del Este. Un alto funcionario del departamento añadió que, si se confirmase que la URSS proporciona una ayuda militar directa a Irak, EE UU se vería obligado a modificar radicalmente su postura.
Al mismo tiempo, Arabia Saudí, Kusvait y los Emiratos Arabes Unidos, que han mostrado un discreto apoyo a Irak, se disponen a paliar la falta de petróleo en el mercado mundial y a aumentar su producción conjunta en tres millones y medio de barriles diarios, equivalente a lo que han dejado de producir Irán e Irak. Esta acción, aparte de estabilizar los precios del crudo en Occidente, da a Irak más tiempo para proseguir su guerra de desgaste contra Irán.
En efecto, pese a la mayor población iraní, Irak parece mejor preparado para una guerra de este tipo, pues tiene más posibilidades de abastecimiento por tierra y por el puerto jordano de Aqaba, y sobre todo, porque no está sometido a un embargo occidental.
Las amargas quejas del presidente iraní, Banisadr, sobre el aislamiento a que ha llegado Irán y su reconocimiento de que está perdiendo la guerra ante la opinión pública mundial son factores de los que se aprovecha el Gobierno de Bagdad.
De las informaciones procedentes del frente se desprende que los iraquíes van a intentar de nuevo controlar militarmente el «triángulo del petróleo» iraní, cuyos vértices son las ciudades de Jorramshar, Abadán y la capital provincial Ahwaz.
Parece que las tropas iraquíes han consolidado sus posiciones en el estratégico puerto de Jorramshar, aunque existe resistencia, de francotiradores.
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