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Arnaldo Forlani acepta la "difícil tarea" de formar Gobierno en Italia

Arnaldo Forlani, presidente de la Democracia Cristiana italiana (DCI), aceptó ayer, con la «normal reserva», el encargo de formar Gobierno que le confirió el presidente de la República, Alessandro Pertini. «Mi tarea no es fácil», dijo a los periodistas Forlani al abandonar el palacio del Quirinal. Según sus primeras declaraciones, intentará reconstruir la coalición de centro-izquierda, extendiéndola a otros partidos centristas y buscando, a la vez, el diálogo con el Partido Comunista (PCI).

Forlani iniciará inmediatamente las consultas para tratar de buscar un nuevo Gabinete. Según sus primeras declaraciones, tras aceptar el encargo, las líneas maestras de su gestión estarán centradas en tres puntos:1. La gravedad de la situación interior e internacional hacen deseable «la más amplia convergencia posible» entre los partidos.

2. Confirmación de la política de colaboración de centro-izquierda con, el Partido Socialista (PSI), preconizando, a la vez, la extensión de la misma a otros partidos.

3. Necesidad de «una cohesión nacional y corresponsabilidad democrática», incluso si los partidos que participan en ella no representan el mismo papel en el Parlamento.

Este último punto supone una clara alusión y un discreto llamamiento al partido comunista, que desde la oposición ha tenido un papel muy activo en la caída del Gobierno de centro-izquierda.

Forlani, que goza de gran consideración entre las filas «moderadas» de la Democracia Cristiana, mientras mantiene una línea «abierta» al diálogo con los comunistas, aparece el hombre mejor colocado para tratar de resolver la difícil crisis italiana. Pero el fracaso del anterior Gabinete de centro-Izquierda, unido a la crisis del PSI, supone no pocas dificultades para su labor.

Su objetivo, según los observadores, podría ser la reconstrucción del actual Gobierno tripartido (democristianos, socialistas y republicanos), ampliándolo a un «pentapartido» con la inclusión de liberales y socialdemócratas, y buscando, simultáneamente, nuevas relaciones con la oposición comunista.

Forlani, de 55 años, periodista y abogado, es uno de los representantes de la «joven generación» democristiana. Aunque inició su carrera política de la mano del conservador Amintore Fanfani, y del buen concepto que goza entre los grupos de la derecha de la DC, la actitud silenciosa y la discreción de que ha hecho gala le han apartado de un compromiso firme o una vinculación permanente con ninguna de las ocho corrientes de la DC. Ha sido ex ministro de Defensa y de Asuntos Exteriores.

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