La Unión de Campesinos Leoneses refuerza su posición sindical

La pugna entre UCD y la Unión de Campesinos Leoneses (UCL) por el control del sindicalismo agrario en la provincia de León volvió a registrar ayer una importante derrota del partido del Gobierno, al perder, por casi 2.000 votos contra 233, las elecciones parciales de la Coordinadora Intersindical Remolachera, que, con más de 16.000 afiliados, representa uno de los principales colectivos agrarios de la provincia y el primero en cuanto a recursos económicos. Las elecciones, convocadas para renovar el de la ejecutiva, habían sido desautorizadas por los ministerios del Trabajo y Agricultura y boicoteadas por el Sindicato Agropecuario Leonés (SAL), creado hace seis meses por UCD para desplazar a la Unión de Campesinos Leoneses de las áreas rurales, que constituyen su principal cantera de votos.El primero de ellos está intentando capitalizar el elevado índice de abstención registrado en las votaciones -más del 70%, similar al de 1978- para justificar el boicoteo, a pesar de haber firmado, junto con el resto de los sindicatos, las actas de la convocatoria. La postura del SAL fue apoyada a última hora por el Ministerio del Trabajo, que dejó a la Coordinadora fuera del registro de entidades sindicales, y por el Ministerio de Agricultura, que, a mediodía de ayer, convocó a los distintos grupos agrarios, a excepción de la Unión de Campesinos, para repartir los puestos de representación sindical.