El conservador Strauss utiliza electoralmente la matanza neonazi de Munich
El candidato conservador a la cancillería de la República Federal de Alemania, Franz Josef Strauss, ha convertido en tema electoral la matanza del pasado viernes en Munich. Una bomba de gran potencia, instalada por un joven neonazi a la entrada del recinto de la «Fiesta de Octubre», en la capital bávara, mató a doce personas e hirió a otras doscientas, algunas de ellas gravemente. Los seis miembros del «grupo Hoffman» detenidos a raíz del atentado han sido ya puestos en libertad provisional por falta de pruebas concluyentes, incluido el propio «capitán Hoffman».
Pero el candidato Strauss no se ha limitado a acusar de «figura de escándalo» al ministro federal del Interior, Gerhard Baum, por no luchar, según el bávaro, con suficiente energía contra el terrorismo y «desmoralizar» a los cuerpos de seguridad del Estado, sino que también en el diario de masas Bild, un periódico que ayer rechazó una colaboración de Baum por considerarla «poco beligerante para con Strauss», el candidato aventura una novedosa teoría: «Tengo informaciones», declaraba ayer el fogoso político, «de que un par de docenas de miembios de un grupúsculo de extrema derecha han venido de la República Democrática Alema na. Incluso "comprados" por el Gobierno federal (Strauss alude a la "compra" de ciudadanos de la RDA que, según él, hace el Gobierno federal al suscribir operaciones financieras con la Alemania socialista), y que están sometidos a control por el Tribu naide Garantías Constituciona les, entre otras razones por su actividad de espionaje en favor de la RDA. Esto debe estudiarse cuidadosamente ». Bild titulaba expeditivamente esta informa ción en su edición de ayer: «Strauss: mucha gente de Hoff man viene.de la RDA».Karl Heinz Hoffman, un impresor que desde 1974 trata de emular a Adolfo Hitler, es considerado en estos momentos como el primer sospechoso de haber inducido o preparado la matanza muniquesa, en la que, según información oficial, murió el joven neonazi que accionó el dispositivo del artefacto. Gundolf Koehler, estudiante de Geológicas, de veintiún años, formaba parte de un «grupo de deporte militar» controlado por el excéntrico personaje que, desde enero pasado, está considerado formalmente por el Ministerio federal del Interior como un «peligroso» al margen de la Constitución.
El ministerio prohibió estos grupos paramilitares el pasado 30 de enero, cuando ya numerosas organizaciones democráticas habían denunciado desde hacía dos años sus conocidas actividades. A pesar de que en 1977 el diputado socialdemócrata del land bávaro en el que Hoffman tiene su central, Helmut Geys, aseguró que «Hoffman cuenta con un armamento más completo que las SS durante el período nazi », el fiscal general de esta región permitía en diciembre pasado que este neonazi continuase re clutando militantes y acumulan do material bélico: aparte carros de combate y otros vehículos militares articulados, ametralladoras, antiaéreos y toda suerte de armas ligeras.
Ayer, la policía encontró en el castillo de Ermreuth, cerca de Erlangen (Baviera), la carcasa de dos bombas similares a la explosionada el viernes en Munich, y diferentes de las que la extrema derecha emplea desde hace medio año en sus ataques contra albergues de refugiados políticos extranjeros. Este indicio, según el fiscal general, no es suficiente para considerar a Hoffman inductor directo del atentado, aunque «persisten las sospechas», debido, sobre todo, a la vinculación con el del terrorista muerto en la matanza.
Karl Heinz Hoffman ha sido detenido ya varias veces por tenencia ilícita y tráfico de arrrias, incluida una operación de este tipo con sectores ultras de Turquía. La revista Das Da denúnciaba en junio de 1978 la creciente agresividad de estos «grupos deportivos», muy relacionados con las «juventudes vikingas», que, a su vez, mantienen estrechos contactos con organizaciones de extrema derecha de otros países, incluido España, según conFirmaría después un informe del Gobierno federal fechado el 12 de marzo Dasado.
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