Incremento de 50.000 millones de pesetas en los presupuestos del Ministerio de Educación para el próximo año

El presupuesto del Ministerio de Educación para el próximo año podría incrementarse sobre el de 1980 en unos 50.000 millones de pesetas, según informaron ayer fuentes del citado departamento, que así desmentían informaciones de signo contrario puestas en circulación desde el instante mismo en que empezó a hablarse del posible relevo del anterior titular de la cartera de Educación, José Manuel Otero.

Aquellas informaciones, nacidas ya en el pasado mes de agosto, cuando se produjo el rumor sobre una posible dimisión de Otero Novas, explicaban esta eventualidad como una consecuencia de la negativa del equipo económico del Gobierno a las aspiraciones presupuestarias del titular de Educación, lo que le impediría realizar su programa político.Esta explicación se ha seguido manteniendo tras su relevo por el actual ministro, Juan Antonio Ortega, frente a la interpretación de que el cese de Otero Novas se habría producido, en realidad, porque su actuación había situado a la política educativa del Gobierno en una dinámica conflictiva de difícil salida.

Conseguida la aprobación del Estatuto de Centros Escolares en el Congreso, tras una de las más duras polémicas que pueda recordar nuestro joven Parlamento, la actitud de Otero Novas en el Senado, donde la holgada mayoría de su partido hacía esperar todo lo contrario, echó sobre la controvertida ley de Centros; un cúmulo de asperezas absolutamente gratuitas, a juicio tanto de los miembros de la oposición como de muchos de los compañeros de su propio partido.

Otero Novas, según esta otra interpretación, ha prestado un considerable servicio a su partido sacando adelapte una ley muy difícil, que UCD debía a sus electores, pero a cambio de quemar su imagen.

Sin recortes en los presupuestos

El hecho es que, según todos los indicios, no se van a producir recortes en los presupuestos de Educación y que no tendría demasiado sentido adjudicarle al nuevo titular de la cartera de Educación la pasiva aceptación del papel del «malo de la película», dispuesto a arrostrar gratuitamente la impopularidad que comportaría un programa de mayor austeridad en las inversiones de Educación de la que ya es habitual en nuestro país.

La campaña de intoxicación informativa lanzada por los defensores a ultranza de Otero Novas lleva sus especulaciones al terreno de los aspectos de política educativa, a los que es más sensible la opinión pública. Así, se ha interpretado que los capítulos de inversiones que más daño sufrirían serían los que se refieren a la generalización de la gratuidad en el nivel de preescolar, la potenciación de la formación profesional y hasta la vieja aspiración de anticipar la edad de jubilación de los maestros.

Fuentes ministeriales han precisado, con respecto a todos los rumores sobre supuestos recortes, que las previsiones del presupuesto de Educación para 1981 son de 364.117 millones de pesetas, es decir, 50.362 millones más que el año pasado.

Máxima coherencia

Respecto a la distribución de dicho presupuesto, las citadas fuentes señalaron que el nuevo ministro perfila todavía en estos momentos su política educativa, que, obviamente, no tiene por qué coincidir exactamente con las previsiones de su antecesor, sin perjuicio de mantener la máxima coherencia con la política general del Gobierno.

Por otra parte, no está previsto, al menos por el momento, ningún nombramiento en el Ministerio de Educación, cuyo titular mantendrá una reunión informativa con los diputados de la Comisión de Educación el próximo día 8 de octubre, en la que expondrá tanto las líneas generales de su política como las previsiones en materia de presupuestos.

En todos los medios educativos existe una gran expectativa, sobre todo por lo que respecta a la interpretación que el nuevo responsable de Educación vaya a dar al desarrollo práctico del Estatuto de Centros.