Peligro de contaminación del agua potable en varios distritos madrileños

Las aguas procedentes de los embalses de Santillana y Valmayor, de los que se nutre gran parte del abastecimiento de agua potable a las zonas norte y centro de Madrid, sufrieron una fuerte contaminación bacteriológica durante los días 18 y 19 de este mes, que pudiera estar provocando trastornos intestinales en quienes las consuman. A pesar de ello, la contaminación no fue hecha pública hasta ayer por la Delegación de Sanidad del ayuntamiento. El Canal de Isabel II, empresa estatal encargada de la distribución, aseguraba, a última hora de la tarde, por boca de su director, que «no se ha detectado ningún tipo de contaminación bacteriológica ni por el Canal ni por la Delegación de Sanidad del ayuntamiento».

Como consecuencia de la rotura de una válvula de comunicación entre el embalse antiguo y nuevo de Santillana, se incorporaron a la red, durante un período de 32 horas, en los días 18 y 19, aguas del embalse situado entre las dos presas, que, por su menor circulación, como indicó el servicio de información del canal, presentaban un mayor contenido de materias orgánicas, lo que provocó que la dirección del mismo aumentara la cloración de las aguas después de su tratamiento y previamente a su incorporación a la red, lo que originó la aparición de sabores desagradables en algunas de las zonas de Madrid.Los malos olores y sabores de este agua provocaron las reclamaciones de muchos de los usuarios, que protestaron en multitud de ocasiones a la dirección del Canal por la citada avería. Tales desajustes pueden provocar, según señalaron fuentes del Ministerio de Sanidad, «infecciones gastrointestinales, que si fueran graves pueden provocar intensos vómitos, aunque hasta el momento no existe conocimiento sobre algún caso parecido».

La zona norte de Madrid parece ser la más afectada por tales averías, y hasta ahora ha sido detectada contaminación bacteriológica en los distritos de Retiro, Salamanca, Moratalaz y Tetuán, aunque es probable que se extienda a otras zonas, puesto que estas aguas suministran a gran parte de la población madrileña.

A últimas horas de la tarde de ayer, el delegado provincial de Sanidad, Juan Reig, seguía en contacto con miembros de la Delegación de Sanidad del ayuntamiento para estudiar el tema, y todavía no se habían facilitado nuevas informaciones sobre la situación de la calidad de las aguas.