Recitales de flauta india en el monasterio de la Fuencisla, en Segovia
El instrumentista Pachdev intervino en un retiro de yoga
El pasado domingo, y en el renovado monasterio de la Fuencisla (Segovia), tuvo lugar un concierto de flauta india a cargo de Pachdev, uno de los mejores instrumentistas y compañero de Ravi Shankar. El recital, que se repetirá mañana en el mismo escenario, formaba parte de las actividades que se desarrollan en el transcurso de unas vacaciones yóguicas que se han buscado como marco la mística sede de los carmelitas descalzos segovianos.
Es notable que en este siglo de bullicio y ruidos todavía exista gente que pretenda buscar una armonía con la naturaleza a través de músicas tradicionales, que se presentan a sí mismas como alimento para espíritus pacíficos. Como también resulta notable, en esta época de beneficios contables, el que un maestro reconocido acepte trasladarse a España desde la costa oeste de Estados Unidos para tocar frente a unas sesenta personas y encima ponga buena cara. Vaya por delante que aquello resultaba muy bello y muy relajante, por mucho que una obligada falta de criterio impida apreciar conciertos como éste en todo su valor. No hay muchas ocasiones para escuchar música india (o indonesia, o beréber, o china, o japonesa), no hay tiempo para dejarse llevar por los cantarines arroyos de lo contemplativo y las compañías discográficas tampoco ofrecen material alguno de este tipo. Y es una lástima, porque, como dijo aquél, hay gente para todo, aunque la gente no lo sepa.De manera que uno puede enterarse de que las ragas tienen su hora, como la Bhupali, que es nocturna, o que pueden tocarse en dos tiempos, uno lento y otro rápido, e incluso, en modo dovocional o festivo. O que los matices llegan a que cuando el asunto es devocional, la tabla (especie de bongos, salvando las distancias) sólo entra a acompañar cuando ya el flautista ha logrado un estado espiritual-musical adecuado, mientras que cuando la cosa es festiva, la tabla y la flauta entran al unísono en plan alegre y sabrosón.
También resulta encantador que, cuando virtuosismo se confunde con rapidez, Pachdev explique que con la flauta se trata más bien de imitar el canto humano, de matizar, de sentir tranquilamente, en resumidas cuentas.
Improvisación de ragas
Pachdev y el tablista Manik Rao, acompañados por órgano de mano y tambura (instrumento de cuerda), estuvieron improvisando dos ragas durante cerca de dos horas, toda una muestra de imaginación, que en ningún momento parecía forzada. Aquello era más bien un fluir que los presentes iban recibiendo para finalizar en unas ovaciones que, por contraste, resultaban excesivamente estruendosas. Lo suyo, después de haber escuchado esa música, hubiera sido levantarse y dar las gracias, pero las costumbres son las costumbres, y estamos acostumbrados a ser ruidosos, incluso cuando nos emocionamos.Aparte del concierto de mañana, Pachdev realizará una corta gira por la Península, de manera que los días 19 y 20 estará en Vigo; los 23 y 24, en Gijón, y el 26, en Barcelona. Para mejor información acerca de lugares y horas, dirigirse a los respectivos centros de yoga Sivananda. Los precios, a juzgar por lo de Segovia, no pueden ser más asequibles: alrededor de 150 pesetas.
En todo caso, las músicas minoritarias parecen no tener cabida en la turbamulta de las grandes ventas. De hecho, ni siquiera son valoradas más que como accidentes pintorescos.
Estos recitales de flauta india demuestran el interés de un público por conocer en vivo algunas manifestaciones musicales que suelen estar marginadas de los habituales repertorios. De la misma forma hay que destacar el éxito del concierto de canto gregoriano por el coro de monjes de la abadía de Silos, celebrado el pasado viernes en la iglesia de San Juan de los Reyes, en Toledo, llena de un público adicto, mezcIado con personas que nunca habían tenido ocasión de presenciar en directo la complejidad del gregoriano. Al final, se aplaudió con fervor a los monjes y al guitarrista Andrés Segovia, que asistió como espectador.
Babelia
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