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Polonia acude al Kremlin en petición de ayuda económica para superar la crisis

Una audiencia del primer dirigente soviético, Leónidas Breznev, ayer por la mañana, ha subrayado la importancia que el Kremln otorga a la actual visita del vicepresidente del Gobierno polaco, Mieczyslaw Jagieiski, que llegó de improviso el miércoles a Moscú, con una misión de carácter fundamentalmente económico, pero que intenta también obviamente apaciguar los graves recelos soviéticos ante las concesiones forzadas por el movimiento huelguístico en Polonia. Ayer tarde, Tass anunció que se había frmado un acuerdo comercial entre ambos países para abastecer a Polonia de productos alimenticios e industriales.

Todos los encuentros mantenidos por Jagielski y su delegación -cuyo carácter económico subraya la presencia del jefe del Plan Quinquenal y del ministro de Comercio Exterior- han tenido, según la información oficial soviética, lugar en una atmósfera «cálida y amistosa». El primer encuentro del miércoles, realizado sin pérdida de tiempo tras la llegada, se centró obviamente en discutir con el vicepresidente del Consejo de Ministros soviético, el jefe del Plan y el viceministro de Comercio Exterior, los detalles de la oferta soviética de ayuda material y financiera en la situación del país, agravada de día en día con la persistencia de las huelgas, aunque sólo sea en focos residuales. La ayuda material y financiera es muy importante para ambas partes, pues conocido es el celo con el que Moscú contempla el endeudamiento exterior de Polonia como eventual arma de presión de los acreedores occidentales.Pero el mismo miércoles tuvo lugar otro encuentro con el guardián de la ortodoxia -más que ideólogo, como suele expresarse- soviética, Mijail Suslov, en que la «atmósfera cálida y amistosa» no obsta para que la información implique ciertas diferencias.

Y los observadores no dudan que también una información de primera mano sobre los acontecimientos -Jagielski fue, como es sabido, quien firmó los acuerdos con la comisión interempresas del Báltico en Gdansk- ha ocupado lugar destacado en el encuentro con Breznev, aunque la agencia Tass hace ante todo hincapié en la importancia de aumentar la cooperación económica soviético-polaca en todos los campos.

Entre tanto, el patente apoyo de los medios soviéticos a los esfuerzos del nuevo primer secretario del Partido Obrero Unificado polaco, Stanislaw Kania, desde el espectacular espaldarazo de Breznev, se entreverán con insistentes referencias a la actividad subversiva de «fuerzas antisocialistas». Si la mañana del jueves el órgano central Pravda complementaba estos ataques con la confianza de que «los obreros polacos se están separando de las intrigas de las fuerzas antisocialistas, de las maquinaciones de cuantos quisieran empujar a Polonia por la vía de la renuncia a los logros del socialismo», por la tarde, una información de la agencia Tass desde Washington denunciaba en los tonos de mayor alarma la «acción subversiva» de los «sindicatos reaccionarios» de Estados Unidos AFLCIO.

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