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"El Capitán Maravillas" y las aventuras de otros gallegos en el golfo de México

José Pena, conocido como El Capitán Maravillas, emigró desde Galicia a Cuba en 1917. En La Habana trabajó como pescador. En 1922 regresó a su aldea gallega de visita y descubrió que tenía que hacer el cuartel. Le tocó servir en la marina y allí se hizo cocinero. De este modo llegó a adquirir una experiencia que le valió la oportunidad de guisar para el general Weyler y para el dictador Mussolini, que se lo llevó a Roma para que le preparara paellas. Después de tres años fuera de Cuba, el gallego Pena se sintió de nuevo atraído por la isla y regresó.

La historia de El Capitán Maravillas y de otros muchos emigrantes gallegos, con datos sobre la piratería, el contrabando, la Mafia y las conspiraciones políticas, es uno de los elementos del contenido del libro Galegos no golfo de México (Gallegos en el golfo de México), del que es autor Xosé Neira Vilas, escritor gallego afincado en Cuba.Galegos no golfo de México es un reportaje de trescientas paginas que ha sido el resultado de entrevistas, conversaciones, encuentros con pescadores gallegos, casi todos retirados ya a una avanzada edad, que residen principalmente en los barrios de Regla y Casa Blanca, en la orilla opuesta a la bahía habanera. Son hombres que emigraron a, Cuba cuando tenían entre doce y catorce años y a lo largo de medio siglo pescaron e hicieron historia gallega en el golfo. Con el triunfo de la revolución cubana se convirtieron en maestros de pesca de la joven generación de pescadores de Cuba, a raíz de la expansión de esa industria en aquel país.

«Con este material tan rico», cuenta Neira Vilas, «pude haber escrito una novela e, incluso, dos, pero preferí darlo en vivo, en directo, como un testimonio pleno de vida en el que estuvieran los nombres y apellidos de estos hombres».

Este trabajo de Neira Vilas sobre un sector de la emigración gallega es una muestra más de la trayectoria del autor sobre la permanencia de lo gallego en Cuba. El libro, escrito en gallego, ha sido publicado por Ediciones de Castro, de La Coruña. Pronto conocerá su versión en castellano, que verá la luz en Cuba. «En realidad», dice Neira Vilas, «es un libro de tema cubano, escrito en gallego a partir de las experiencias de una comunidad de emigrantes de mi tierra».

Sardinas para la Pardo Bazán

Son pequeñas y grandes historias de numerosas personas a las que une su carácter de emigrantes. Está, por ejemplo, la historia de Ramón Suárez, pescador desde niño, que le vendía sardinas a Emilia Pardo Bazán, hasta qué un día dejó la dorna y emigró a América. Más tarde regresó a Galicia para hacerse jurista y servir como diputado en la Segunda República. Otra biografía: la de Samuel, que era de Redes (La Coruña), y llegó a Cuba en 1899, poco después de acabar la guerra de la independencia. Samuel murió hace poco tiempo, cuando cumplió los 92 años.Los domingos de Samuel eran siempre compartidos por un personaje muy especial, también gallego, llamado Pepe Cancán. Pepe Cancán pasó a la historia porque también era amigo de Hemingway, al que le hablaba con frecuencia del arte de la pesca. Su maestría le llevó a participar como experto en el rodaje de la película que se basó en el relato El viejo y el mar, de don Ernesto.

Otro personaje, Matapitos, mote de Paco Seixidó, ya jubilado, cría hoy conejos después de haber sido durante más de treinta años pescador en el golfo.

El Capitán Maravillas, como se conoce a José Pena, fue subdirector del Acuario Nacional de Cuba hasta el pasado año, en que se jubiló. De pescador en el golfo se convirtió, por casualidad, en cocinero de Benito Mussolini, en los días brillantes del Duce, cuando éste le pidió al capitán del Cíclope, barco donde cumplía su servicio militar José Pena, que le prestara por un tiempo al cocinero gallego que de manera tan magistral hacía las paellas. Ocho meses pasó en Roma El Capitán Maravillas, obedeciendo al antojo mediterráneo del dictador italiano.

Galegos no golfo de México recuerda también cuando los pescadores, en sus ratos libres, hacían teatro, junto a los torcedores de tabaco, o practicaban el boxeo, realizaban reuniones secretas para fundar el primer sindicato de pesca del país y ponían nombre (Peixiño) al barrio habanero en el que vivían.

El propio Neira Vilas podía ser un personaje de su libro: emigró a Buenos Aires en 1949, vivió allí doce años; en 1961 se Instaló en La Habana, donde se casó con Anisia Miranda, la autora de las fotografías que Ilustran este libro. Neira Vilas es hoy director de la sección gallega del Instituto de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias Cubanas. Sobre la presencia de Galicia en Cuba, este escritor exhibe ejemplos: «Por citar sólo dos, recuérdese que Follas Novas, de Rosalía de Castro, tuvo su primera edición aquí, y en La Habana se cantó por vez primera, en 1907, el que es Himno Gallego».

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