Primeros hilos telefónicos españoles basados en la transmisión de la luz
La luz, la transmisión de señales ópticas, se convierte en fundamento de la telefonía ultramoderna. Por primera vez en España, la Compañía Telefónica acaba de instalar fibras ópticas, conductoras de mensajes telefónicos sin corriente eléctrica. Esta es sustituida por impulsos luminosos, a través de un finísimo hilo de vidrio, aislante para la electricidad, pero transmisor, a kilómetros de distancia, del mensaje óptico. El primer tendido de cables ópticos de España acaba de ser efectuado entre el Centro de Investigación y Estudios (CIE) de la Compañía Telefónica y la central de Tetuán. Enrique Used, director del CIE, presentó la innovación.
Las fibras ópticas utilizan la luz, en lugar de la electricidad, para la transmisión de la información. Los cables que transmiten esta información no albergan, por tanto, en su interior cobre o conductor eléctrico alguno, sino algo más sencillo, maleable, barato y ligero: una fibra de vidrio.La transmisión telefónica tradicional se basa en la transformación de nuestras señales sonoras: palabras, sonidos, música..., en impulsos eléctricos. A un sonido de gran intensidad le corresponde una señal de alta intensidad también; un sonido de menor intensidad, por el contrario, es transformado en una corriente de menor intensidad. Estos impulsos eléctricos viajan a lo largo de cables subterráneos o submarinos, hasta ser recibidos en los lugares de destino. Allí, en los auriculares o altavoces, los impulsos eléctricos vuelven a convertirse en modulación sonora: en palabra humana o música.
En la transmisión telefónica sobre fibra óptica las cosas son similares, aunque con un sorprendente matiz. Una vez convertida la palabra en corriente eléctrica, como en la telefonía tradicional, aquélla no es la responsable del largo viaje, sino que una pequeña terminal transforma los impulsos eléctricos en impulsos ópticos; algo así como un sofisticado regreso a las señales de humo.
Las corrientes de mayor o menor intensidad, o mayor o menor frecuencia, son transformadas en señales luminosas, es decir, en una emisión de luz discontinua, realizada según un sistema binario, que se basa en luz-sí/ luz-no.
Análogamente a las célebres señales de humo, la intermitencia de blanco y negro (humo/ no-humo) será traducida de nuevo en la terminal en impulsos eléctricos, como en la telefonía tradicional. Al final, convertida de nuevo la corriente en sonido, ofrecerá el mensaje deseado a un oyente, que no sabrá si su comunicación viajó sobre corriente eléctrica en un cable tradicional de cobre o sobre impulsos luminosos, aunque en muchos casos la calidad de la transmisión será mejor.
Mínimas interferencias
La luz no es objeto del mismo tipo de interferencias que la corriente eléctrica habitual de los cables telefónicos. Ello hace que, al ser las perturbaciones ambientales o parasitarias de menor influencia en las fibras ópticas que en los conductores metálicos de electricidad, aquéllas parezcan especialmente recomendables en zonas urbanas de alta concentración industrial, donde los cables tradicionales están sujetos a multitud de interferencias.Por otra parte, el hecho de que estas fibras, naturalmente, sean incapaces de transmitir la corriente eléctrica, las hace excepcionalmente útiles en tendidos como los de Renfe, al parecer interesada en las fibras ópticas, donde los conductores eléctricos obligan a costosos aislamientos, innecesarios por completo en el empleo de las fibras ópticas.
Como detalle curioso sobre la calidad de la transmisión óptica, puede subrayarse el hecho de que la luz viajera alcance el punto de destino con una excepcional calidad. La materia prima de los conductores ópticos, el silicio, ofrece, mediante procesos de compleja elaboración, una transparencia tal que una ventana de 200 metros de espesor, construida con este material, ofrecería la misma transparencia que una ventana habitual de un centímetro de grosor. Más ventajas: la extrema estrechez de los cables ópticos permite hacer los nuevos tendidos para la luz viajera dentro de los actuales tubos subterráneos, sin necesidad de levantamiento de calles, aprovechando los intersticios dejados en los tubos telefónicos entre los cables existentes. Se dice que las fibras ópticas son el reto de la ya vieja conducción telefónica a la comunicación vía satélite. Cuando la telefonía con hilos parecía a punto de desaparecer, ante las posibilidades de transmisión electromagnética, vía satélite, los hilos telefónicos ofrecen su propia y espectacular revolución.
Tecnología española
El sistema utilizado por la Telefónica ha desarrollado, según explican sus creadores, «los equipos específicos de transmisión óptica, de carácter experimental, y los conectores de alta precisión necesarios para el acceso al cable óptico». Es decir, la conexión, altamente delicada, entre unos y otros tramos de un finísimo conductor de luz son también producto de la tecnología española.
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