Exposición en Grecia sobre la contribución de Alejandro Magno a la cultura europea
A través de la historia y la leyenda, Alejandro Magno sigue siendo hoy para Grecia el símbolo de la presencia cultural helénica en el resto de Europa. De las dimensiones de esa contribución histórica da una idea la gran exposición que acaba de ser inaugurada en Tesalónica por el presidente de la República griega, Constantino Karamanlis. La exposición se centra en la figura de Alejandro Magno y en algunas de las más importantes realizaciones que él impulsó.
La filosofía, el arte y el idioma de la antigua Grecia se extendieron por el vasto imperio de Alejandro Magno, dejando su marca en Roma y en Bizancio hasta configurar después, con el Renacimiento, la Europa actual.«Siglo tras siglo, la figura de Alejandro Magno, el hombre que cambió la faz de la Historia, inspira aún la imaginación de los artistas», manifestó el presidente griego, Constantino Karamanlis, al inaugurar este fin de semana la exposición que sobre este personaje está abierta en Tesalónica.
Unos quinientos objetos procedentes de distintos museos del mundo forman esta exhibición, la más importante de las celebradas sobre Alejandro Magno y una de las principales en torno al arte del siglo IV antes de Cristo.
Ministros griegos y, extranjeros, embajadores y distintas personalidades internacionales, así como un nutrido grupo de periodistas, asistieron a la inauguración de esta gran exhibición, financiada por el Banco Nacional de Grecia, Time Incorporated y el Ministerio griego de Cultura.
El próximo mes de noviembre, la exposición viajará a Washington, Chicago, Boston y San Francisco.
Los restos del imperio
Los objetos de oro, plata, marfil, metales y madera descubiertos en las excavaciones realizadas en Macedonia y expuestos en el museo de Tesalónica dan una idea de la riqueza y esplendor del imperio de Alejandro Magno.Las excavaciones en la zona, que comenzaron el siglo pasado y, han contínuado con raras interrupciones hasta hoy, permitieron el descubrimiento, en la localidad de Verghina, hace tres años, de la tumba del rey Filipo II, padre de Alejandro. También en Verghina, a pocos metros de la tumba real, el profesor Manolis Andronikos, que dirige las excavaciones, encontró, la semana pasada, una nueva e importante tumba, parcialmente derrumbada en una de sus esquinas, pero que conserva notablemente bien los frescos y columnas que la adornan.
Filipo II, que nació en el año 382 antes de Cristo, unió a las ciudades-estados de Grecia en previsión de la guerra contra el imperio persa, Y pasó a la Historia como uno de los grandes dirigentes e innovadores militares de la antigüedad.
El nuevo rey de Macedonia, Alejandro Magno, hijo de Filipo II y de la reina Olimpia, había tenido por tutor a Aristóteles y comenzó sus campañas militares cuando tenía veintiún años. En los apenas 33 años que duró su existencia, Alejandro conquistó Egipto y Babilonia, fundó Alejandría y llegó hasta el río Indo. Entre sus logros políticos se encuentra el hecho de que algunos de los reinos creados tras su muerte por sus generales sobrevivieron más de quinientos años.
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