Ofensiva de los integristas iraníes contra los nacionalistas y la izquierda islámica

La alerta general fue decretada ayer a lo largo de todas las fronteras iraníes para impedir la huida de algunos conjurados del compló militar frustrado por las autoridades de Teherán. La represión contra los presuntos «golpistas» sigue su curso. Un total de veinticinco personas han sido hasta ahora ejecutadas. Entre ellas, el general de división Huchang Hatam -jefe del Estado Mayor conjunto durante los últimos meses del reinado del sha- que fue condenado a muerte por haber «difundido la corrupción en la Tierra» y ejecutado inmediatamente. Un oficial de la guardia imperial, Kiumars Rajavian, fue ejecutado también, mientras dos oficiales de alta graduación huyeron ayer a Turquía en helicóptero.

Los integristas religiosos iranies han continuado explotando el compló militar abortado la semana pasada y lanzaron duros ataques a sus dos principales adversarios políticos: la corriente nacionalista y los mudjahidines (Izquierda islámica).Hodjatoleslam Rey Chari, juez de los tribunales islámicos del Ejército, anunció ayer la ejecución de diez participantes en el compló y la detención de unas trescientas personas. Entre los detenidos figuran «elementos nacionalistas que constituyen la rama política del compló», según manifestó el juez. Hodiatoleslam Rey Charl añadió que «estas gentes son nacionalistas, pero no creen en el Islam».

En el Parlamento (Mailis), el ayatollah Jaljali acusó ayer a los dirigentes nacionalistas de ser «partidarios de Norteamérica y del ex primer ministro Shapur Bajtiar». El ayatollah criticó de paso a los Gobiernos francés y británico, «que proporcionan a Baitiar los medios para realizar un golpe de Estado», y se declaró partidario de «hacer una advertencia a ambos países».

Ante estos ataques, cada vez más duros, el Frente Nacional ha optado por replicar y acusó en su boletín semanal a los dirigentes del Partido de la República Islámica (PRI, integrista religioso) de instaurar «un régimen de terror que pone en peligro la Repúbíica Islámica». Según el Frente, la actitud del PRI «amenaza las libertades democráticas y la existencia de los partidos políticos».

Paralelamente, la campaña contra los mudjahidines y la «pretendida izquierda islámica» denunciada por el imán Jomeini, ha sido impulsada nuevamente. Prueba de ello ha sido la apertura del juicio contra uno de los antiguos y prestigiosos dirigentes de la cárcel de Evin, en Teherán.

Acusado de haber ordenado el asesinato de uno de sus adversarios politicos en el movimiento de los mudjahidines, Mohamad Taghi Charan puede ser condenado a muerte. Si lo fuese, ésta sería la primera condena a muerte pronunciada contra un militante de izquierdas por un tribunal islámico.

Los corresponsales extranjeros que se presentaron para asistir al juicio fueron rechazados por las fuerzas de orden público.

Por segunda vez, esta semana, siete ejecuciones de «traficantes de droga» se han desarrollado en público en un barrio de Teherán. La fórmula de las ejecuciones en público podría ser ampliada, ya que un diputado propuso ayer al Parlamento que todos los implicados en el compló militar sean fusilados ante los ciudadanos que asisten a la oración de los viernes.

Por último, un nuevo motivo de ejecución figura en los veredictos de los tribunales: un hombre ha sido fusilado en Racht, 240 kilómetros al noroeste de Teherán, por «falta de respeto de cara a la religión».

El ex rehén, con buen ánimo

El ex rehén norteamericano de los estudiantes iraníes Richard Queen, hospitalizado desde el sábado en Wiesbaden (Hesse, RFA), tiene «buen ánimo», según informaron fuentes militares norteamericanas. El ex vicecónsul de EE UU en Teherán, cuya enfermedad no ha sido revelada, llamó por teléfono a su hermano, en Chicago, y a otros amigos en EE UU. Queen llegó el sábado a media tarde a Wiesbaden procedente de Zurich.