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Dragún y Carballido, partidarios de intensificar los encuentros de teatro España-América Latina

El dramaturgo argentino Osvaldo Dragún y el autor mexicano Emilio Carballido, participantes en el primer encuentro de teatro España-América Latina, celebrado en varias ciudades españolas, han señalado, poco antes de regresar a sus países, el interés que ha suscitado esta iniciativa para los profesionales del teatro y el compromiso que se adquiere para la colaboración y el intercambio de experiencias.

Los temas estudiados en las sesiones, como el teatro español en América Latina, la formación del actor, el teatro popular, la creación colectiva, el teatro político, serán objeto de mayor profundidad en próximos encuentros y, como dice Dragún, a un nivel de talleres y seminarios, en una interrelación de experiencias. Como proyectos concretos, el próximo año se intentará realizar muestras de teatro español y latinoamericano, si encuentra apoyo el Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral, organizador del encuentro. El equipo de la revista Primer Acto, que dirige José Monleón, se ha comprometido a realizar un número especial sobre teatro español, que publicará la revista Tramoya, -de la universidad mexicana de Veracruz, dirigida por Emilio Carballido.Obras de Osvaldo Dragún, como Historias para ser contadas, Milagro en el mercado viejo, El amasijo o Un maldito domingo, figuran en el repertorio de grupos independientes españoles, lo que pudo comprobar durante los tres años de estancia en nuestro país, en los años sesenta. «En estos días», declara, «he podido comprobar que la gente es lúcida en las causas de la crisis del teatro, única tribuna libre de expresión. En la actualidad, los grupos no pueden tener el mismo papel que durante el franquismo. El teatro debe aportar otro enfoque de la realidad y es necesario buscar un nuevo tipo de público, junto con una política cultural dinámica, que deben asumir los grupos independientes».

Osvaldo Dragún añade que el teatro no tiene límites, salvo las imposiciones, como ocurre en Argentina con la desaparición del movimiento de teatro independiente o los autores que ocupan la cartelera comercial. «Los hechos que suceden en mi país son tan grotescos que no se puede plantear una anécdota concreta sin interrogarse qué es la realidad y qué la irrealidad, y preguntar a qué se parece. Hay que encontrar las raíces y buscar causas, en el fondo de la condición humana o en el sistema de sociedad. Creo que en España no hay un público de teatro, que sigue siendo la burguesía del franquismo. En estos momentos, más importante que producir el gran teatro es la creación del gran público, y esto depende de la política cultural, que convierta a la gente de pasiva en activa».

Emilio Carballido, profesor de Bellas Artes en México, es el autor de obras representadas desde hace años, como Te juro Juana que tengo ganas o Silencio pollos pelones que ya les van a echar su maíz, que estos días se representa en los barrios de Barcelona. Como ocurre con su colega Dragún, es contrario a la política estatal, «grandilocuente e imperial», que se aplica al teatro tanto en México como en España, con mínima presencia de autores nacionales.

En cuanto al lugar que ocupa el teatro en la sociedad actual, Carballido manifiesta que «el teatro está comprometido con temas de mayor trascendencia y amplitud que pueden tocar otros medios, como el cine, con su inmediatez y necesidad de realismo. El teatro es más universal que el cine y lo prueba la lista reducida de directores clásicos en la inmensa producción cinematográfica. En la actualidad, hay una tendencia a un teatro dialéctico y comprometido, un regreso al teatro ritual que crea una comunicación colectiva, aunque hay todavía muchos caminos abiertos por explorar».

Mientras que Dragún es un autor cercano a un teatro humanista más que político, según su propia definición, interesado en utilizar con plenitud la libertad del escenario, Emilio Carballido se aparta del teatro realista y prefiere temas antiheróicos, con rasgos sociales, donde se explore los límites de la realidad.

Al finalizar el encuentro de teatro, los participantes firmaron unas conclusiones, donde se recoge la necesidad de continuar estos contactos entre profesionales del teatro y apoyar las actividades del Centro Español para las Relaciones con el Teatro de América Latina. En otros puntos, se pronunciaron a favor de «mantener un amplio espíritu de acogida para los profesionales sometidos a exilio o persecución; acogida que ha permitido a valiosos creadores de España y América Latina continuar fecundamente sus carreras en naciones hermanas hasta el momento en que cesaron las circunstancias adversas en los países de origen. Son partidarios, por su importancia cultural, de que el Corral de Comedias de Almagro mantenga una actividad permanente, con muestras periódicas de teatro clásico español y latinoamericano.

También acordaron otorgar el más amplio apoyo al Centro Latinoamericano de Creación e Investigación Teatral, para que pueda realizar con la máxima eficacia las muestras teatrales, seminarios y publicaciones.

Entre los que firmaron las conclusiones se encuentran Edmundo Barbero, Oscar Ferrigno, Eduardo Leal, Rafael Alberti, Antonio Gala, José Luis Gómez, Oscar Xiconne, Juan Pagés, Antonio Buero, Enrique Llovet, Domingo Pérez Minik y Ricard Salvat.

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