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El Gobierno francés, interesado en la compra de Seat

El Gobierno francés podría estar interesado en la adquisición de la empresa española de automóviles Seat. Según ha podido confirmar EL PAIS en fuentes próximas al área económica del Gobierno español, en su reciente visita a España, el primer ministro francés, Raymond Barre, comentó a su colega español la posibilidad de dicha compra y sugirió que se abriera una ronda de conversaciones entre los Gobiernos respectivos de los dos países. Más tarde, en la reunión entre los ministros de Industria español y francés -siempre en el curso de la misma visita oficial-, se volvió a tratar el tema de la compra de Seat por parte del Gobierno francés, esta vez con algo más de extensión y detalle.

La vinculación entre Seat y Fiat proviene desde hace treinta años. Con el paso del tiempo, y sobre todo desde el acceso a la presidencia de Seat de Juan Miguel Antoñanzas (febrero de 1977), la empresa española aproximó su futuro al de la multinacional italiana. A partir de esa fecha, Fiat presionó con insistencia para alcanzar la mayoría absoluta en Seat. Finalmente, y después de largas negociaciones, los dos accionistas mayoritarios de Seat, el Instituto Nacional de Industria español y Fiat, llegaron a un acuerdo firmado por ambas partes el 11 de junio del pasado año.Sin embargo, antes de que se cumpliera el primer año, la multinacional Italiana rompió unilateralmente el contrato.

A partir de entonces, el Instituto Nacional de Industria y Seat iniciaron contactos con distintas empresas del automóvil que pudieran estar interesadas en la adquisición de la empresa española.

Descartadas las empresas norteamericanas -General Motors, líder mundial del sector del automóvil, y Ford, segunda del ranking, ya están instaladas o a punto de hacerlo; Chrysler no está en situación de hacerlo, después de haber tenido que salir por atravesar graves problemas y las demás son excesivamente pequeñas-, sólo quedaba, al menos en teoría, el grupo alemán occidental VAG-Volkswagen-Audi -las otras o no tenían condiciones o estaban ya instaladas en España- y las japonesas Toyota y Nissan.

Al parecer, las visitas de las dos multinacionales japonesas a España, previas a la ruptura Fiat-Seat, aconsejaron a la parte española a buscar por esos caminos antes que contactar con VAG, con la que sólo ha habido tímidos contactos por escrito.

Sin embargo, cuando las conversaciones con Toyota parecen albergar ciertas esperanzas, se plantea ahora una nueva posibilidad. Alguna de las dos grandes multinacionales francesas, Peugeot Sociedad Anónima -que engloba a Peugeot, Citroën y Talbot y la Regie Renault, a través del Gobierno francés, podrían adquirir, total o parcialmente, individual o conjuntamente, a Seat.

Sorpresa ante el interés francés

En su reciente visita a España, el primer ministro francés, Raymond Barre, planteó a su colega español, Adolfo Suárez, si la solución que se buscaba en Japón para el problema de Seat era por alguna razón especial o sólo se estaba tratando de solucionar la salida de Fiat. El presidente del Gobierno español respondió entonces a Barre que era sólo una posibilidad, pero que antes se habían contemplado las opciones europeas y norteamericanas, al ser ese el orden de preferencia por múltiples motivos. Raymond Barre sorprendió entonces al presidente del Gobierno español diciéndole que, siendo así, el Gobierno francés podría estar interesado en la adquisición de Seat.La sorpresa por parte española fue mayúscula. Por la tarde, a la reunión correspondiente a nivel de ministros de Industria de los dos países acudieron dos técnicos del Instituto Nacional de Industria, por si acaso la cuestión volvía a salir. En esta ocasión, el ministro francés volvió a plantear el tema de la posibilidad de la adquisición de Seat. Sin determinar aún cómo sería dicha adquisición, porque eso debería quedar para cuando se iniciarse la correspondiente ronda de conversaciones, el ministro francés dijo que su Gobierno podría estar interesado por distintas razones. Una de ellas podría ser la expansión de Renault, necesaria, debido al crecimiento de la empresa francesa y de su homónima española. Otra seria para la del grupo Peugeot, quien, al parecer, ha recibido ayuda económica del Gobierno francés desde hace algún tiempo. Otra posibilidad sería para después repartir Seat entre los dos grupos franceses, si es que a ninguno de ellos les interesase toda la empresa española en su conjunto. Y una última podría ser el comienzo de una interrelación entre las dos grandes multinacionales francesas del automóvil, con el fin de agruparse y crear un gran coloso a nivel europeo, que pueda competir con garantías ante la presión que se avecina desde Oriente-Japón y Occidente -Estados Unidos.

De cualquier forma, tanto el ministro de Industria francés como su primer ministro parece que fueron explícitos en la necesidad de que las conversaciones fuesen entre los Gobiernos de los dos países, y no a nivel de las respectivas empresas. Para Raymond Barre, también el posible acuerdo debería ser suscrito entre los Gobiernos.

Posibles implicaciones a nivel europeo

La sorprendente postura del Gobierno francés con respecto a la compra de Seat podría responder a varias causas, y sus consecuencias, a nivel europeo -Mercado Común- y mundial -sector del automóvil- serían de gran trascendencia.De llegarse a un acuerdo, se evitaría la presencia de una multinacional japonesa de la potencia de Toyota o Nissan en España, lo que podría significar el alejamiento definitivo de la posibilidad de su instalación en Europa.

Por otra parte, ese posible acuerdo reforzaría la posición de España ante la CEE, y el Gobierno francés, protagonista del frenazo a las aspiraciones españolas de entrar en fecha próxima en el Mercado Común, se encargaría, por su propio interés de acelerarla.

No hay que olvidar que el Gobierno francés ha seguido, desde hace algún tiempo, una política de claro proteccionismo a su industria del automóvil, y cuyos resultados están a la vista. La Regie Renault, empresa en la que el Estado francés es mayoritario, ocupa el primer puesto de ventas entre las marcas europeas, y es la única -o una de las pocas- a la que la crisis internacional no parece haber afectado, pues sus ventas no sólo no han descendido, sino que han experimentado un alza importante en los últimos meses -en España, el comportamiento de FASA-Renault, filial de la Regie Renault, es similar al de la empresa matriz.

Por lo que respecta al grupo Peugeot, que engloba a Peugeot, Citroën y Talbot, es, como grupo, el líder europeo, lo que refuerza el éxito de la política de proteccionismo al sector del automóvil seguido por el Gobierno francés.

A este respecto, es anecdótico, pero significativo, el hecho de que la apertura de la conferencia de prensa efectuada por el presidente ejecutivo de Fiat Auto, Humberto Agnelli, con motivo de la inauguración del Salón Internacional del Automóvil, de Turín, fuese hecha con un discurso en francés, en lugar de en italiano, como sería lógico. Agnelli, ante la sorpresa de su auditorio, explicó al terminar su saditorio, explicó, al terminar su sallutación, que la había realizado en cino, al que la política seguida por su Gobierno había colocado en una situación preferente para defenderse ante la crisis.

Reorganización internacional del sector automóvil

La entrada en Seat de cualesquiera de las dos multinacionales francesas, o de las dos, supondría un replanteamiento en la estrategia mundial del sector. Con independencia del frenazo a la expansión de las multinacionales japonesas -única posibilidad de éstas para sobrevivir con sus actuales niveles de producción-, la adquisición conjunta de Seat por parte de la Regie Renault del grupo Peugeot supondría una alianza entre ambas de repercusiones difícilmente mesurables en la actualidad.La Regie Renault, primera marca en cifra de ventas en Europa, cuenta ya con parte del accionariado de la norteamericana American Motors, cuarta empresa norteamericana del sector, aunque de dimensiones muy reducidas y muy lejanas de las de los tres colosos. A través de AM, Renault comercializará en Estados Unidos los vehículos fabricados en Europa.

Recientemente, la multinacional francesa compró a la sueca Volvo el 10% de sus acciones, habiendo suscrito también una opción sobre otro paquete idéntico en un acuerdo de mayor envergadura que liga a Renault con Volvo.

Además, Renault mantiene desde hace algún tiempo una fábrica de motores conjuntamente con el grupo Peugeoty con Volvo. Algunos de esos motores impulsan a distintos modelos de las tres marcas, mientras que otros son estudiados y producidos en exclusiva para alguna de ellas.

Por su parte, el grupo Peugeot, a través de sus tres marcas y sus fábricas en Francia, Gran Bretaña y España, figura en la actualidad en quinta posición en el ranking mundial, tras las dos grandes norteamericanas y las dos japonesas. Pese a haber sufrido un descenso de penetración de mercado en los primeros meses del año, el decidido apoyo por parte deI Gobierno francés al grupo Peugeot le permite, mantener su privilegiada posición.

La posible unión entre ambas multinacionales, a través de su participación en Seat, traería como consecuencia, en un momento de crisis del sector a nivel mundial, la creación de un gran grupo europeo, que ascendería de forma automática hasta el segundo lugar del ranking mundial en cuanto a producción y ventas de automóviles.

Si a esta unión le siguiese la de la multinacional italiana Fiat -horas antes de la celebración de su junta general, Agnelli hizo saber la existencia de un acuerdo con Peugeot, a través del cual las dos empresas crearían conjuntamente una fábrica de motores con capacidad para un millón anuales, y Peugeot entraría a formar parte del accionariado de la multinacional italiana, se habrían dado prácticamente todos los pasos necesarios para la creación del gran coloso europeo que pudiese competir con las grandes multinacionales norteamericanas y japonesas.

Fuera de esta unión quedaría sólo el grupo alemán occidental VAG-Volkswagen-Audi, así como otras empresas, cuya situación económica atraviesa situaciones diferentes, pero cuyo volumen es muy inferior, como las también alemanas occidentales Mercedes Benz, BMW y la pequeña Porsche -en cierta forma ya ligada a VAG- y las suecas Volvo y Saab. British Leyland, que pasa por una larga y profunda crisis, podría terminar en poder de Honda, con la que ya tiene acuerdos y proyectos en común, y, por su parte, Alfa Romeo, que pertenece al IRI italiano -semejante al INI español-, podría ser absorbido de forma definitiva por la también japonesa Nissan. El resto, o quedarían dentro del gran coloso, o son lo suficientemente reducidas como para no entrar en consideración.

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