Los candidatos Carter y Reagan pugnan por conseguir el voto de los negros norteamericanos
El presidente de Estados Unidos, el demócrata Jimmy Carter, y el ex gobernador de California, el republicario Ronald Reagan, disfrutan sólo parcialmente del largo fin de semana que representa para los ciudadanos norteamericanos la celebración del Día de la Independencia de Estados Unidos. Para ambos políticos continúa la campaña presidencial, y el sector de la población de raza negra marca actualmente el centro de la batalla. Carter declaró en Miami, ante la Convención Nacional Negra, que la eventual elección de Ronald Reagan podría significar un giro conservador del Tribunal Supremo y de las prácticas judiciales norteamericanas.El Partido Demócrata, más liberal en temas raciales que su adversario republicano cuenta tradicionalmente con el voto de las gentes de color y otras minorías étnicas. «Durante mis tres años y medio de presidencia he colocado más negros, más mujeres y más hispánicos en la Administración federal y el aparato judicial que todos los demás presidentes juntos en doscientos años de la historia de este país», precisó Carter ante un auditorio entusiasta.
«Queremos puestos de trabajo», recordaron, sin embargo, decenas de jóvenes negros participantes en la Convención Nacional de Miami. Los negros no discuten la política de integración racial, efectiva, de Carter, pero critican los recortes financieros del presupuesto federal, en pro de una lucha antiinflación, que afecta, en primer lugar, a las capas más pobres de la sociedad norteamericana.
Un grupo de manifestantes negros protestó también, ante Carter, por la lentitud en la concesión de la ayuda federal que debe remediar las pérdidas materiales, cifradas en varias decenas de millones de dólares, provocadas por los disturbios raciales vividos en Miami el pasado 17 de mayo. Motivados, precisamente, por la ligereza de un juez que absolvió a tres policías blancos acusados de haber matado a un joven motociclista negro que se saltó un semáforo en rojo.
Aunque consciente de sus pocas posibilidades entre el electorado negro, el republicano Ronald Reagan intenta «reparar» el error táctico de haber rehusado participar en la Convención Negra de Miami, donde hablaron el senador demócrata Edward Kennedy, el candidato presidencial independiente John Anderson y el presidente Jimmy Carter. El equipo presidencial de Reagan alega que «no recibió la invitación». Prometen participar en la convención de la Liga Nacional Urbana, foro también de las gentes de color, que se reunirá el mes próximo en New York.
Durante las festividades del Día de la Independencia de EE UU, celebradas el pasado viernes, Carter participó en varias reuniones electorales en diferentes localidades californianas. Resucitó, en cierto modo, el asunto de los 53 rehenes norteamericanos detenidos en Irán desde el pasado 4 de noviembre, y precisó las negociaciones infructuosas con las autoridades iraníes con vistas a la liberación de los rehenes, que hoy cumplen sus 246 días de cautiverio.
Después de un paréntesis de silencio, impuesto en parte por el fracaso de la operación de rescate militar intentada por Estados Unidos a finales de abril, Carter vuelve a tratar en público el tema de los rehenes. Quizá para recuperar la popularidad que le dio el tema, simpatia en vías de desaparición en favor del candidato republicano Reagan al que, de celebrarse hoy la elección presidencial, todos los sondeos dan como futuro presidente de Estados Unidos.
El drama de los rehenes de Teherán fue también evocado por el célebre conjunto musical de los Beach Boys, en su recital gratuito ante unas 200.000 personas, agrupadas bajo un tórrido calor de 33 grados en la explanada del monumento a Georges Washington, en la capital federal de EE UU, con motivo de las festividades del Día de la Independencia.
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