¿Fomentar el turismo?

Quiero hacer constar mi protesta contra el tratamiento abusivo y grosero de tres guías turísticos de la Alhambra en mi décima y última visita a Granada. Por declinar los servicios de uno de ellos, me amenazaron con arresto policial, en nombre de una ley, dijeron, que prohíbe dar explicaciones a quien no sea guía profesional o catedrático.Identificándome como tal (enseño Literatura Española, soy jefe de un departamento de español y portugués en una universidad americana y directora de un programa de verano en España) se me niega igualmente al derecho a la explicación a mis estudiantes por no ser española. Finalmente, se me insulta a gritos, con epítetos sarcásticos, y uno de los guías nos sigue hasta la entrada de la Casa Real.

Sin ninguna provocación por mi parte, que permanecía callada en ese momento, me vuelve a hacer comentarios irónicos y me prohíbe hablar siquiera durante la visita. Le digo tan sólo que enviaré una carta al ministro de Cultura, a lo que me contesta que, aunque se la envíe al mismo Rey: «Aquí mandamos nosotros», dijo.

En ninguno de los muchos sitios que he visitado en España topé con un procedimiento tan insólito y desagradable. Me inclino a creer que mi condición femenina ha contribuido a la situación. En nombre de cuantos españoles y extranjeros visitan Granada, ruego a las autoridades competentes que pongan paro a agresiones como ésta./