Washington incrementa su ayuda militar y económica a Tailandia
Tailandia anunció ayer la suspensión temporal del programa de repatriación de refugiados camboyanos y el envío por Estados Unidos de mayores y más rápidos suministros de armamento, pero no desea el estacionamiento de tropas extranjeras en su territorio.«Hoy por hoy, Tailandia es capaz de defender su propio territorio, y si la situación empeora, acudiremos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas», manifestó ayer el ministro de Asuntos Exteriores de Tailandia, Siddhi Savetsila, tras señalar que, Bangkok no ha pedido refuerzos de tropas ni a Washington ni a los miembros de la Asociación de Países del Sureste asiático (Asean).
A su vez, el secretario de Estado norteamericano, Edmund Muskie, resumiendo sus impresiones de los contactos formales mantenidos en Kuala Lumpur con los ministros de Asuntos Exteriores de Filipinas, Singapur, líidonesia, Malaisia y Tailandia, los cinco países miembros de la Asean, manifestó ayer que éstos, si bien preocupados por el conflicto surgido en la frontera camboyana-taílandesa, no lo consideran como preludio de una invasión vietnamita.
Muskie, que mantuvo ayer en la capital malaisia largas conversaciones con su colega tailandés, anunció el rápido incremento de los suminístros norteamerícanos de armamento a Tailandia, amén de una ayuda especial de dos millones de dólares, destinada a crear nuevos alojamientos para los tailandeses que hubieron de abandonar sus pueblos a causa de los combates que estallaron el pasado lunes en la frontera camboyano-tailandesa.
Fuentes de su séquito señalaron la posibilidad de que se establezca un puente aéreo entre Norteamérica y Tailandia, para la entrega inmediata de armas ligeras y municiones, incluidos, 35 tanques M-48, cañones Howitzer y fusiles sin retroceso.
El Gobiemo de Hanoi, a través de su representante ante la ONU, Ha Van Lau, presentó una protesta formal contra la repatriación iniciada por Tailandia, alegando que ésta sirve de pretexto para introducir en territorio camboyano a guerrilleros jemer rojos, leales al derrocado régimen de Pol Pot, después de haberlos armado en Tailandia.
Según fuentes de la ONU, al rededor de 9.000 camboyanos refugiados en Tailandia regresaron hasta ahora voluntariamente a su país. La mayoría de ellos cruzaron la frontera camboyano-tailandesa al sur de Aranyaprather, donde tienen sus bases los guerrilleros jemer rojos. Es precisamente en esta zona fronteriza camboyana donde los militares tailandeses creen haber observado en los dos últimos días una concentración de efectivos camboyano-vietnamitas.
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