Dictado auto de procesamiento contra el capitán del buque ecologista "Rainbow Warrior"
El juez instructor militar que dirige la investigación oficial sobre el apresamiento del buque Rainbow Warrior, de la organización ecologista Green Peace, dictó ayer auto de procesamiento contra el capitán del mismo, Jonathan Castle, al que dejó en libertad provisional.
La acusación, que ha sido presentada únicamente contra él y no contra ninguno de los restantes miembros de la tripulación por el momento, se basa en que el barco apresado hace ya más de una semana, coaccionó al ballenero español Ipsa III cuando se encontraba faenando en aguas españolas. Invoca, para ello, el artículo 496 del Código Penal, cuyo primer párrafo señala que «el que sin estar legítimamente autorizado impidiere a otro con violencia hacer lo que la ley no prohíbe o le compeliere a efectuar lo que no quiera, sea justo o injusto, será castigado con las penas de arresto mayor y multa de 10.000 a 100.000 pesetas».Tal como señala el párrafo siguiente del citado artículo penal, «incurrirán en las penas de arresto mayor y multas de 10.000 a 100.000 pesetas en su grado máximo, los que, actuando con violencia o intimidación, en grupo o individualmente, pero de acuerdo con otros, obliguen a otras personas a iniciar o continuar una huelga, paro o cierre empresarial».
En definitiva, que no se sabe aún la solución final que las autoridades españolas piensan dar al caso del Rainbow Warrior, cuya libertad ha sido pedida por el Ayuntamiento de El Ferrol, por las organizaciones ecologistas de Galicia y por más de 7.000 firmantes de un escrito que ha promovido la Sociedad Gallega de Historia Natural, solicitando una moratoria a la caza de ballenas.
El próximo lunes se iniciará una nueva fase en la toma de declaraciones a los tripulantes. Se da el caso de que uno de ellos, el canadiense Martin, ha sido obligado a permanecer en e arco espu s e que hubiera elevado un escrito a las autoridades de Marina, anunciando su propósito de iniciar huelga de hambre en el caso de que no se dicte libertad para los tripulantes antes del sábado.
Mientras tanto, el tráfico comercial de carne de ballena hacia el Japón parece haber sufrido una repentina intensificación. Hace dos días, cargó, en el puerto coruñés de Ribeira, el buque japonés Hayashikane Maru 2 varios centenares de toneladas que procedían de la factoría de Caneliñas. Durante el día de ayer, lo hizo el buque de bandera liberiana Phrine Argonaut, que cargó más de quinientas toneladas del mismo producto, en el puerto de Vigo.
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