Los sueldos de agregados a instituto

En el editorial de EL PAIS del 5 de junio de 1980 se habla de¡ problema que a la economía del país plantea el gasto derivado de los sueldos de funcionarios.El editorial dice: «Las remuneraciones del personal de la Administración del Estado aumentaron, en 1978, un 27 %, y en 1979, un 23 %. ( ... ) El procedimiento utilizado para burlar la cuasi congelación de los sueldos de los funcionarios ha sido la muy astuta fórmula de recalificar los puestos de trabajo, por supuesto, sin que mediaran oposiciones o mejoras en la productividad ».

El sueldo bruto de un agregado de instituto, profesión de los firmantes, con dedicación exclusiva, en 1978 era de 55.428 pesetas; en 1979, de 61.956 pesetas; lo que supone un aumento del 11,78%. El sueldo bruto, en 1980, es de 70.114 pesetas, lo que supone un 13,2 %.

Como nos parece que esto no tiene nada que ver con las subidas citadas por el referido editorial, deseamos hacer notar que esas subidas solamente se han producido para algunos.

Por otra parte, el 10 de enero de 1979 se publicaba una ley en el BOE que reconocía a los funcionarios los trienios trabajados como interino. En el verano de ese mismo año, cuando el Gobierno decidió hacer economías para levantar el país, retrasó la entrada en vigor de esa ley, hasta fecha no definida. Esto perjudica, entre otros, a muchos agregados.

Además conviene saber que, según han reconocido representantes de la Administración en la Asociación de Agregados, no se nos aplica el coeficiente de proporcionalidad correspondiente a nuestro nivel por dedicación exclusiva. Esto provoca que cada mes percibamos varios miles de pesetas menos de las que nos corresponden en estricta justicia.

Respecto a la «astuta fórmula» que cita, reiteramos que este punto ha sido cierto; pero sólo para algunos. Por supuesto, no ha afectado para nada a los agregados de instituto.

En base a lo expuesto, entendemos aclarado el hecho de que la situación de los agregados de instituto no debe estar sumiendo al país en una trágica situación económica (aunque tal vez sí en otra más grave, debida a la desmoralización que está sufriendo gran parte de este profesorado, al ver el desprecio económico y profesional con que se les trata. / y dieciséis firmas más.